A la derecha, un tren de vagones en su mayoría de dos pisos en Birmingham (Alabama, Estados Unidos). En Argentina el camino tomado es diferente. Imagen de David Brossard con licencia Creative Commons .
Por Jorge de Mendonça (*)
(*) PG en Política y Planificación de Transporte.
El 70% de la población de América está en los 4 países que acumulan el 92% del PBI del continente.
En materia de logística, los cuatro apostaron a la integración de la Economía de Transporte Intermodal (ETI) que fortalece a ferrocarriles y cabotaje fluviomarítimo a partir de la contratación masiva y a mediano o largo plazo por parte de los operadores logísticos (del camión en particular).
Los 4 disponen de ferrocarriles cuyas alturas de puentes y túneles permiten la circulación de un contenedor arriba del otro en los vagones ferroviarios.
Los 4 dispusieron un estándar de contenedor y semirremolque para el comercio interior y regional, de 53 pies (16,16 m de largo, solo 65 cm más que el máximo existente en los otros 31 países).
Brasil en 2018 logró el primer corredor ferroviario con contenedor en doble pila y en enero de 2021 avanzó sobre la habilitación del estándar de 53 pies.
En Argentina la altura para doble contenedor fue anulada en 2009 y ratificado ese rechazo de la CNRT en 2017 "porque tenemos un ferocarril europeo" ¿bajito?
Necesitamos que los directivos políticos y empresariales superen esas barreras de algunas culturas técnicas.
La altura de puentes o largo de camiones, no son una decisión técnica, sino estratégica (Poniendo a las técnicas como facilitadoras del objetivo y freno en pos de la seguridad disponiendo soluciones en lugar de barreras).