Chatarra naval: destacan la medida nacional, pero afirman que requiere de otras acciones

04 enero 2025

Tras la habilitación de la exportación dispuesta por el gobierno, Juan Carlos Donato, consultor en ecosistemas portuarios, señaló que se necesitan nuevas medidas para atender el riesgo ambiental


China y Turquía se perfilan como los principales compradores de la chatarra argentina. Foto Argenports.com


Por Redacción Argenports.com

   Finalmente, tras 16 años de prohibición, el gobierno nacional habilitó la exportación de chatarra y residuos metálicos.

   La medida llega luego del anuncio de que no se renovarían los decretos 1040/20 y 70/23, que impedían el comercio al exterior de estos elementos y se hizo efectiva mediante la publicación del decreto 1/2025 en el Boletín Oficial.

    A través esta normativa, se establecen las bases para la importación definitiva o temporaria al territorio, al Área Aduanera Especial y a las Zonas Francas, incluidos sus espacios aéreos y marítimos, y para la exportación de residuos no peligrosos que hayan sido sometidos a una operación de valorización, a partir de la cual se obtengan materiales que serán utilizados como: insumos para un proceso productivo determinado o un producto de uso directo“.

   Una mirada especializada sobre el tema brindó Juan Carlos Donato, consultor en ecosistemas portuarios y ex Coordinador de Puertos de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación, quien durante su gestión en la Terminal de Contenedores 2 de Mar del Plata pudo convivir de cerca con el cementerio de buques más grande de Argentina.

"Cementerio de barcos"

   En tal sentido, dijo que en octubre de 2019, los directivos de TC2 S.A. solicitaron un informe de auditoría sobre el estado del plantel flotante —incluidos buques hundidos y semihundidos— abandonado en los muelles del puerto.

   “Me tocó integrar el equipo que investigó el problema. El informe relevó más de 50 buques sin actividad, y que de los 1.400 metros lineales de muelle en 13 secciones, 450 (el 35%) de su capacidad operativa estaba inutilizada por este verdadero cementerio de barcos”. precisó.

juan carlos donato

   Además, el consultor recordó que participó en otros relevamientos de barcos abandonados o interdictos en diversos puertos del país.

   “Estos estudios revelaron un panorama alarmante, ya que estas ´necrópolis de buques´ no solo representan un riesgo ambiental, sino que también amenazan la seguridad de la navegación y reducen considerablemente la capacidad operativa de los muelles.

   En su opinión, la decisión del Gobierno Nacional de no renovar los Decretos que impiden la comercialización, es positiva, Sin embargo, considerí que habrá que acompañarla con otros actos administrativos de orden público, que ayuden a la celeridad.

Juan carlos donato

   “La extracción, desguace y posterior traslado a disposición final, encuentra trabas aduaneras y de navegación, si bien la Ley 20.094 y su modificatoria 26.354/2008, ampliaron facultades al organismo de contralor para el retiro de esas embarcaciones, más cuando supongan riesgo de daño ambiental, no resultan de efectivo cumplimiento”, expresó.

Normas complementarias

   Donato consideró que los equipos técnicos del Estado deberán diseñar normas de complementación a la desregulación pretendida o no llegarán las inversiones.

   Incluso señaló que también es aconsejable atender que la falta de mineral de hierro de calidad, en nuestro país, no complique las cosas.

   “La chatarra es importante para que las siderúrgicas hagan acero más barato. Si exporta su totalidad, podría encarecer el precio de productos que se fabrican con este mineral y ahí el mercado puede decidir mal. El acompañamiento de las Siderúrgicas sería importante, hay que decir que estas, no sacaron un solo buque durante los 15 años de la medida que se dictó en 2009 para protegerlas. Es hora que aporten lo suyo”, subrayó.

   Por último, hizo votos para que el resultado de la medida gubernamental “sea un beneficio directo a un amplio sector de la economía nacional y, lo más importante, que permita disminuir el creciente riesgo ambiental”.

Disputa entre Federico Sturzenegger y Paolo Rocca

   La liberación de la exportación de chatarra, cuyo precio oscilaría entre 250 y 300 dólares por tonelada, se interpreta como un nuevo capítulo en la disputa entre Federico Sturzenegger y Paolo Rocca, propietario del gigante industrial Techint.

   Sin embargo, esta medida también impacta a Acindar y a unas 300 pymes metalúrgicas que emplean a aproximadamente 6.000 trabajadores.

   China y Turquía se perfilan como los principales compradores de la chatarra argentina.

buques chatarra

   Según expertos en el sector consultados por el diario Clarín, la dinámica de exportación de chatarra es comparable a la de la carne bajo la cuota Hilton: los mejores "residuos" —que en la industria se prefieren denominar "insumos"— se destinarán al mercado internacional, mientras que los de menor calidad, imposibles de procesar en los hornos de las pymes siderúrgicas, quedarán en el país.

   Los costos principales de la industria siderúrgica incluyen el hierro, importado desde Brasil; el carbón, proveniente de Australia; la energía eléctrica, que en Argentina es competitiva pero cuyo precio aumentó más del 30% por encima de la inflación el año pasado; los salarios, que han subido en dólares debido al atraso cambiario; y una elevada carga impositiva, señalada como un obstáculo por los industriales.

   Para fabricar acero, Techint puede recurrir a importaciones de hierro y carbón, produciendo un acero con mayores emisiones de dióxido de carbono, como alternativa al uso de chatarra. Gracias a la calidad de sus hornos, Techint podría trabajar con chatarra de menor calidad, a diferencia de las fundiciones de las pymes siderúrgicas.

   No obstante, para importar estos insumos, necesitará acceder a dólares del Banco Central (BCRA). Por ello, desde la industria se insiste en que la chatarra debe considerarse un "insumo estratégico".