Numerosos buques se encuentran fondeados a la espera de poder cargar bodegas en los puertos fluviales y marítimos del país. Foto Gente de Río.
Redacción Argenports.com
A diferencia de otros sectores donde el segundo paro del año organizado por la CGT tuvo un bajo acatamiento, la inactividad fue total en los principales puertos del país.
Por ejemplo, según pudo saber Argenports.com, la medida de fuerza paralizó completamente a los puertos cerealeros y agroindustriales del Gran Rosario, al igual que los de Bahía Blanca, donde las terminales de químicos y cargas generales también permanecieron inactivas, y Quequén, en el sur bonaerense.
Ademaás, la protesta contra la Ley Bases y el pago de ganancias también generó la paralización de los puertos del área metropolitana, por caso Buenos Aires, Dock Sud, y La Plata.
En la zona del Up River, desde ayer a la noche dejaron de ingresar camiones cargados con granos a las principales industrias del agro y las terminales portuarias.
El paro cuenta con la adhesión de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso (aceiteros), la Federación Sindical Marítima y Fluvial y la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina, que reúne a todos los sindicatos involucrados en actividades fluviales y portuarias del ámbito agroindustrial.
También el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) de San Lorenzo (Santa Fe), que nuclea a los trabajadores portuarios de las terminales del Gran Rosario, informó que también adhiere a la medida de fuerza.
En el área del Gran Rosario, pese a los dichos de Patricia Bullrich, las aceiteras y puertos de Gran Rosario se encontraban hoy paralizados.
Si bien la ministra de Seguridad de la Nación había informado de un operativo en Puerto San Martín que permitió descargas de barcos, tanto los trabajadores como fuentes empresariales consultadas por Argenports.com, sector señalaron que el acatamiento del paro general es total.
La medida de la CGT, además de generar perjuicios directos al sector transportista, interrumpe la actividad de la que depende actualmente la generación de divisas y la recomposición de las reservas internacionales del Banco Central (BCRA).