La presencia de las ballenas francas que viajan rumbo al sur generó algunos inconvenientes en Mar del Plata.
Redacción Argenports.com
Una fuerte denuncia formularon integrantes de la Mesa Interinstitucional para la Conservación de Ballenas Francas luego de que dos embarcaciones privadas “acosaron" a un grupo de ballenas francas que fue avistado entre Playa Chica y Cabo Corrientes.
A través de un comunicado, la organización aseguró que el crucero Anamora y el velero Sureño protagonizaron una acción de “acoso” contra los animales en el mar y expresaron preocupación.
“La situación se dio cuando se aproximaron a la zona el crucero Anamora y el velero Sureño, y comenzaron a acercarse a las ballenas, con el objeto de interactuar con ellas a distancias muy cercanas. Estas maniobras incluyeron la persecución del ejemplar desde atrás, acercamientos a menos de 5 metros y, en el caso del velero, acercarse a distancias de colisión”, denunciaron.
Al advertir esta situación, los miembros de la mesa que se encontraban monitoreando este grupo informaron que avisaron a la Prefectura Naval Argentina para instar a las embarcaciones a que se alejaran de la zona.
En la organización pidieron tener en cuenta que “estas acciones no solo presuponen un accionar irresponsable para con las ballenas, sino también poner en riesgo las personas embarcadas. Las embarcaciones comerciales deben ser respetuosas de las directrices ambientales y evitar, por todos los medios, poner en riesgo a la fauna marina”, consideraron.
Además, en la Mesa Interinstitucional para la Conservación de Ballenas Francas consideraron que las maniobras "disturban el comportamiento natural de los animales y hacen que, como en este caso, los ejemplares abandonen rápidamente el lugar”.
“En este caso, el desplazamiento de las ballenas a zonas más alejadas de la costa, impidió que decenas de personas pudieran seguir disfrutando de su presencia observándola desde la costa. El comportamiento irresponsable de un grupo de personas, impidió el disfrute de muchos que observaban desde la costa”, reprocharon.
En 2013, la Ordenanza municipal 21.439 declaró de Interés Municipal del Partido de General Pueyrredon la preservación de las ballenas francas en sus aguas, y recomendó “la prohibición de acercamiento a una distancia menor a doscientos metros del ejemplar y/o persecución, navegación, natación y buceo con ballenas”.
Así debería ser la distancia en un avistaje de ballenas, según las organizaciones que integran la Mesa Interinstitucional para la Conservación de Ballenas Francas.
Después, en 2018, el Concejo creó una Mesa Interinstitucional para la Conservación de Ballenas Francas formada por organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, con el objeto de “generar instrumentos legislativos, educativos, normas de navegación responsable y directrices de gestión turística que garanticen la conservación de la Ballena Franca Austral en el litoral marplatense”.
“La Mesa de Trabajo propone la no implementación de ninguna forma de avistaje embarcado comercial, ya que la estructura turística de la ciudad ofrece posibilidades para la observación costera de las ballenas, práctica que no tiene ningún impacto sobre las ballenas”se señaló, en el mismo texto.