El granelero lleva bandera de Liberia y fue construido en 2021. Tiene una eslora de 229 metros y una manga de 38 metros.
Redacción Argenports.com
Si bien se encuentra escorado, no evidencia riesgo de naufragio el buque granelero Tai Knighthood, que anoche embistió la Escollera Norte en puerto Quequén.
Con la asistencia de los remolcadores Diamond Cay y Rúa Don José, más el apoyo de una draga, el carguero fue fondeado a unos 50 kilómetros de la costa.
Allí ahora se encuentra el guardacostas GC 68 Río Paraguay y comenzaran las inspecciones visuales de determinación técnica de daños.
La imagen muestra el derrotero seguido por el bulkcarrier hasta su lugar de fondeo actual. Marine Traffic.
El medio local Cuatro Vientos informó que el Tai Knighthood chocó en la noche de este lunes contra la Escollera Norte, en el acceso a Puerto Quequén, y, por estas horas, se realizan pericias para evaluar su estado y la mecánica del accidente.
El hecho ocurrió alrededor de las 22:45, por causas que aún se evalúan, la embarcación de bandera liberiana chocó contra el costado interior la escollera Norte durante su maniobra de egreso de la estación marítima local.
Ahora se encuentra escorado, sin riesgo de naufragio, según confirmaron desde el Consorcio de Gestión de Puerto Quequén.
Tras dos días de carga en el giro 3, finalizadas las operaciones a las 19:15 de la víspera el buque comenzó su desamarre a las 22:20 con destino a China.
Con las 47.500 toneladas al ingreso del buque, más las 25.100 toneladas de soja embarcadas en Puerto Quequén, zarpó con una carga total de 72.600 toneladas.
Según informó el Consorcio de Gestión del Puerto, luego del accidente se logró cerrar compuertas de bodegas para evitar filtraciones de agua. La tripulación se encuentra a salvo y en buen estado de salud”, informó Cuatro Vientos.
Mientras se realizan las pericias, se evalúa la posibilidad de un nuevo ingreso a Puerto Quequén para una posible reparación.
Según el informe pre pericial, la avería en su casco afectó la quilla, pero la inundación está controlada.
Peritos navales indicaron al diario Infobae que “para que se hunda un buque de más de dos cuadras de largo tiene que ser un daño muy importante, algo imposible de que ocurra en una maniobra de salida”.
En este momento se está determinando si el choque de la nave con la escollera se debió a un error en la maniobra o si el buque sufrió pérdida de la propulsión, con lo cual quedó a merced de la corriente y no pudo ser contenido por los remolcadores que lo asistían en la maniobra de zarpada.
Aunque a priori no existen daños que hagan peligrar la flotabilidad ni tripulantes heridos, el buque en esas condiciones no podrá salir a navegar y en estos momentos se está evaluando el reingreso a puerto para la descarga del mismo y proceder a las reparaciones que sean necesarias.
Al momento del accidente había varias personas en la escollera de Quequén que vieron cuando la nave de más de 200 metros chocaba contra las rojas y escucharon un temblor y como “un soplido”.
El carguero mide casi 230 metros de eslora. Foto Cavit Eje Tulca / Marine Traffic.
Leonardo Jensen, un joven pescador que había llegado hacía unos minutos a la escollera, manifestó anoche a Ecos Diarios que miró la hora y comprobó que en ese momento, a las 22.49, se estaba produciendo la pleamar.
Se disponía a preparar las cañas cuando escuchó el impacto y un fuerte temblor. Un gigantesco buque de carga había chocado contra la escollera.
“No vi venir al buque porque estaba armando la caña, pero escuché como un soplido”, dijo el joven.
En ese momento había varias personas que fueron testigos del inusual accidente.
Según explicó Jensen, dos remolcadores realizaban la maniobra con el buque. “Pero en un momento parecía que no les daba (la potencia)”, explicó.
Inmediatamente el personal de los remolcadores y el práctico realizaron la maniobra para sacar al buque del canal de acceso.