Por Redacción Argenports.com
La crisis de la marina mercante argentina volvió a estar en el centro del debate durante el Seminario Intereses Marítimos Argentinos 2025, organizado por el senador Carlos Linares y la Liga Naval Argentina en el Salón Azul del Palacio Legislativo.
En su exposición, la empresaria Mónica Navarro, CEO de Grupo Servicios Marítimos, advirtió que el sector se encuentra en estado de emergencia y que, de no tomarse medidas urgentes, “corre el riesgo de desaparecer”.
“Esto sería un golpe no sólo para nuestra economía, sino también para nuestra soberanía”, enfatizó.

Costos fuera de escala y flota en retroceso
Navarro explicó que los costos de la marina mercante argentina son hoy cuatro veces superiores a los del resto del mundo, mientras países vecinos como Paraguay logran consolidar la tercera mayor flota fluvial internacional.
En ese sentido, sostuvo que la falta de competitividad atenta contra el desarrollo de un sector estratégico para el comercio exterior y la conectividad nacional.
El nuevo decreto: oportunidad y desafíos
Para la ejecutiva, el reciente decreto regulatorio abre una oportunidad para corregir asimetrías históricas, simplificar trámites y recuperar competitividad. Sin embargo, advirtió que aún existen aspectos por revisar, como la esencialidad de la actividad, que podría implicar un recorte del derecho a huelga.
“No se trata de una bandera de conveniencia, sino de un régimen híbrido que puede abrir la puerta a que más buques vuelvan a enarbolar nuestra bandera”, señaló Navarro, defendiendo la necesidad de equilibrar la apertura con la preservación del cabotaje nacional y las condiciones laborales dignas bajo estándares de la ITF.

Una industria que puede crecer con la bandera argentina
Desde Grupo Servicios Marítimos, Navarro aseguró que es posible crecer sin abandonar el compromiso con la bandera nacional. “Lo hemos demostrado aun en condiciones desiguales, pero la marina mercante argentina necesita con urgencia reglas claras, previsibilidad y condiciones competitivas”, sostuvo.
Además, remarcó la importancia de un equilibrio entre armadores, sindicatos y el Estado, como base para generar un marco estable que atraiga inversiones y recupere la flota.
Cada barco parado, un proyecto perdido
La empresaria fue contundente al describir las consecuencias de la falta de políticas efectivas: “Cada barco parado significa tripulantes, familias y proyectos a la deriva. No podemos permitirnos seguir retrocediendo mientras países vecinos logran consolidar sus flotas”.
Un llamado a la acción inmediata
Por último, lanzó un mensaje más que claro: “Este es el momento de corregir sin desmantelar, de generar un marco que permita recuperar nuestra marina mercante y con ella fortalecer la economía y la soberanía nacional”.