La conflictividad en el Puerto de Montevideo subió varios escalones en las últimas horas por dos frentes distintos.
Por un lado, el Directorio de la ANP comunicó que no renovará el convenio laboral vigente con el Sector Dragado —que vence el 31 de diciembre de 2025—, decisión que el gremio rechazó de plano.
Por otro, en TCP se desató un conflicto por la jornada laboral: según informó la terminal a sus usuarios, el sindicato condicionó la utilización del sistema NAVIS N4 a reducir los turnos a 6 horas con pago de 8, lo que generó asambleas y paros con impacto en la operación.
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ANP: fin del convenio con Dragado y negociación en el MTSS
El miércoles 1 de octubre, el Directorio de la ANP envió una carta interna donde informó que el convenio del Sector Dragado no será renovado. La resolución —aprobada por unanimidad— se apoya en informes de productividad negativos elaborados por tres reparticiones del organismo.
La misiva detalla que, en una reunión tripartita realizada el 30 de septiembre en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), se abordaron cinco temas centrales: inequidades salariales, régimen del personal embarcado en dragas, redefinición de la estructura y carrera funcional, promociones y vacantes.
Tras ese intercambio, las partes acordaron volver a reunirse en el MTSS para continuar la negociación.
La respuesta sindical llegó al día siguiente. El jueves 2, el gremio difundió un comunicado titulado “El cinismo del Directorio”, en el que cuestionó la divulgación de la postura oficial y sostuvo que no contestará la propuesta de la ANP hasta agotar los procedimientos internos.
Además, según informó el medio El País, resolvió convocar asambleas sectoriales y movilizarse hacia el MTSS, con lo cual quedó planteado un conflicto inminente dentro del organismo.

TCP: asambleas, paros y reclamo por jornada de 6 horas
En paralelo, Terminal Cuenca del Plata, operadora de contenedores del puerto, informó el jueves 2 que la operativa se encontraba interrumpida por asambleas en todos los turnos.
Según la comunicación de la empresa a sus clientes, el sindicato planteó como condición para utilizar el sistema NAVIS N4 la reducción de la jornada a turnos de 6 horas con pago de 8.
TCP exhortó a las autoridades a actuar para garantizar la actividad en el marco de la normativa vigente. Más tarde, y ante la continuidad de las medidas, la terminal anunció el domingo 4 que, por haberse declarado el sindicato en asamblea grave, urgente y permanente, no habría atención de camiones al día siguiente.
Impacto logístico: quejas del transporte y antecedentes recientes
El conflicto repercutió de inmediato en la cadena de abastecimiento. El sábado 4, la Intergremial de Transporte Profesional de Carga Terrestre (ITPCT) denunció atrasos y restricciones en el movimiento, señalando que en la mañana del viernes se verificó un bloqueo del 70% del flujo de contenedores en TCP.
El presidente de la entidad, Ignacio Asumendi, advirtió que la situación agrava costos, genera filas de camiones y demoras en entregas y retiros.
No es un episodio aislado. El 25 de septiembre ya se había informado de cinco bloqueos en dos meses, con colas de varios kilómetros. En ese contexto, el director opositor en el Directorio de la ANP, Jorge Gandini, había anticipado que daría aviso a la Policía si ocurría un nuevo bloqueo.

Reacciones del sector pesquero
La Cámara de Industria Pesquera del Uruguay (CIPU), que recientemente atravesó su propia conflictividad sectorial, también se pronunció sobre lo ocurrido en la terminal de contenedores.
En un comunicado público, la entidad señaló que la situación en TCP —donde la belga Katoen Natie es socia del Estado uruguayo a través de la ANP— “va a contramano de la necesidad ineludible” de contar con un puerto eficaz.
Para la CIPU, el pedido de reducir la jornada aparece como detonante de un conflicto que perjudica al aparato productivo, deteriora la imagen de seriedad y confiabilidad del país y genera costos a miles de empresas.
Qué viene ahora
En el frente ANP–Dragado, la mesa tripartita en el MTSS será el ámbito para intentar destrabar las diferencias sobre productividad, regímenes laborales y carrera funcional. En el frente TCP–contenedores, la clave pasará por reencauzar la negociación sobre la jornada y la implementación del NAVIS N4 sin que se afecte la continuidad operativa.
Mientras tanto, según el citado matutino uruguayo, la combinación de paros, asambleas y medidas intermitentes ya se traduce en tiempos muertos, mayores costos logísticos y riesgo reputacional para el sistema portuario uruguayo.
Si no se alcanzan acuerdos en el corto plazo, el puerto podría enfrentar nuevas interrupciones justo en un momento de alta sensibilidad para el comercio exterior y la competitividad del país.