Por Redacción Argenports.com
Argentina concretó uno de los acuerdos energéticos más relevantes de los últimos años. La Empresa Nacional del Petróleo de Chile (ENAP) firmó contratos de largo plazo para asegurarse el abastecimiento de crudo proveniente del país, en operaciones que totalizan US$ 12.000 millones hasta 2033.
El convenio consolida a la producción argentina —con eje en Vaca Muerta— como proveedor estratégico del mercado chileno. También garantiza una demanda estable para los próximos ocho años, un factor clave para la planificación de inversiones y el desarrollo continuo de la actividad petrolera.
Según el anuncio del acuerdo, las compañías que suministrarán crudo a ENAP incluyen YPF, Vista Energy, Shell Argentina y Equinor.
Un hito para la exportación de petróleo argentino
Los envíos se canalizarán a través del Oleoducto Trasandino, infraestructura reactivada recientemente y que volvió a conectar la cuenca neuquina con las refinerías del Pacífico.
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Esta vía de exportación permite reducir costos logísticos y tiempos de traslado frente a la alternativa marítima.
El monto total del acuerdo —US$ 12 mil millones— marca un precedente en las relaciones energéticas entre ambos países y posiciona al petróleo argentino dentro de un esquema de comercio exterior de largo plazo.
Para el sector, representa una oportunidad concreta de ampliar mercados y sostener niveles altos de producción.
Impacto para la industria nacional
La previsibilidad que aporta este contrato es un punto de partida para nuevos desarrollos en Vaca Muerta y en las cuencas convencionales.
Un flujo asegurado hacia Chile puede impulsar inversiones en pozos, ampliación de capacidad de transporte y mejoras en la infraestructura operativa.
Además, la redirección de parte del crudo neuquino hacia exportación fortalece la balanza energética y contribuye a mejorar el perfil externo del sector hidrocarburífero, que hoy es uno de los motores del crecimiento industrial del país.
Lo que puede venir
Con una demanda garantizada para casi una década, el sector petrolero argentino ingresa en una etapa donde la clave será sostener los volúmenes, optimizar logística y consolidar infraestructura para exportaciones regionales.
El acuerdo con ENAP podría funcionar como modelo para futuros contratos de largo plazo con otros mercados latinoamericanos.
El compromiso chileno abre una oportunidad estratégica: transformar la producción argentina en un flujo estable de divisas.
Esto tendrá impacto directo en la economía y en el desarrollo petrolero del país.











