Acordado por 437 naciones en 2007. Solo 18 países han ratificado el Convenio 188 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para garantizar “condiciones decentes de empleo y vida” a bordo de los buques pesqueros. En América, solo lo ha hecho Argentina.
Solo 18 países han ratificado el Convenio 188 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) -acordado por 437 naciones en 2007- para garantizar “condiciones decentes de empleo y vida” a bordo de los buques pesqueros.
Mientras en Europa España está trabajando para su revalidación, en Latinoamérica lo ha hecho Argentina.
Argentina se destaca en Latinoamérica por haber ratificado el convenio.
Representantes de la OIT, la Comisión Europea (CE), gobiernos y el sector pesquero analizaron el estado de la aplicación del convenio, en un seminario virtual organizado por la asociación europea de sindicatos de transporte (ETF) y la patronal europea de armadores Europêche.
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El Convenio 188 ha sido ratificado por Angola, Argentina, Bosnia-Herzegovina, Congo, Marruecos, Namibia, Noruega, Senegal, Sudáfrica, Tailandia, el Reino Unido; dentro de la Unión Europea (UE) lo han revalidado Francia, Dinamarca, Holanda, Polonia, Portugal, Letonia y Lituania.
España e Irlanda están trabajando en su ratificación, según la representante de la Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión de la CE, Andrea Grgic, quien ha aclarado que dentro de la UE también existe una directiva para trasponer el convenio, con medidas “que van más allá” en la protección de los pescadores.
Reparación de barco en el puerto de Agadir (Marruecos). Efeagro/Marta Miera
El objetivo del acuerdo es propiciar el trabajo digno de los marineros con unos requisitos mínimos de contratación, alojamiento y alimentación a bordo, así como en la protección sanitaria y en materia de seguridad social, según el director de la Unidad Marítima y de Transporte de la OIT, Brandt Wagner.
Afecta a pescadores de todo el mundo -de barcos de más de 24 metros de eslora- y abarca aspectos como la edad mínima de reclutamiento, horas de descanso, repatriación, salarios, seguros y protección en el caso de enfermedades o muertes laborales.
El representante de la OIT ha subrayado las condiciones duras y los riesgos de la pesca, actividad que da trabajo a 55 millones de personas en todo el mundo.
La representante de la CE ha detallado que, en el ámbito de la UE, la directiva europea que recoge el acuerdo tiene algunas diferencias, ya que no distingue entre barcos según su tamaño y no incluye disposiciones sobre salarios porque se saldría de sus competencias.
En España, el Gobierno aprobó el pasado verano un real decreto considerado la antesala para la ratificación del Convenio 188, con mejoras en la protección de los trabajadores del mar.
Barco pesquero. Efeagro/Guillaume Horcajuelo.
El presidente de la sección de Pesca de la ETF, el español Juan Manuel Trujillo (CCOO), ha pedido que los países de la UE y los que tienen intereses comerciales en el mercado comunitario “ratifiquen el convenio”.
Los sindicatos lo consideran “una herramienta” para luchar contra “la pesca ilegal” y alcanzar “un marco de juego limpio”.
Según Trujillo, llena “un vacío legal” que perjudica a las empresas pesqueras que sí cumplen las normas y que ha favorecido a agentes “precarios y casi delincuentes”.
A su juicio, los consumidores deben tener acceso a pescado que proceda del “trabajo decente y no de la explotación” y, para ello, las importaciones a la UE deben cumplir con estándares mínimos acordados internacionalmente.
En ese sentido, ha solicitado que en los acuerdos comerciales de UE con países terceros o en los que otorgan preferencias a naciones en desarrollo haya apoyos y vigilancia para que apliquen condiciones dignas en la pesca.
Pesqueros en el Reino Unido, donde el convenio fue revalidado (Foto The Guardian).
El Convenio 188 entró en vigor el 16 de noviembre de 2017 luego de que diez estados miembros de la OIT lo ratificaran. Este Convenio es válido para cualquier tipo de pesca comercial y establece unas normas mínimas que protegen los aspectos del trabajo de los pescadores.
En líneas generales, este Convenio establece unas normas internacionales para el ámbito de: Seguridad a bordo de los barcos pesqueros; alimentos, alojamiento y asistencia sanitaria en el mar; prácticas de empleo, seguro y responsabilidad
El convenio tiene por objeto garantizar que los pescadores: Se beneficien de una mejor salud y seguridad en el trabajo y atención médica en el mar, y que los pescadores enfermos o lesionados reciban tratamiento médico en tierra; dispongan del tiempo de descanso necesario para su salud y seguridad; estén protegidos por un contrato de trabajo por escrito; y cuenten con la misma protección de seguridad social que tienen otros trabajadores.
Otro de sus objetivos es garantizar que la construcción y el mantenimiento de los buques pesqueros sean los adecuados para ofrecer a los pescadores unas condiciones de vida decentes cuando se encuentran a bordo.
La pesca es el sustento de 55 millones de trabajadores, 40 millones de ellos a bordo de un buque, según datos difundidos por los sindicatos de la UE. Sin embargo, según la ONU, si se suman puestos indirectos, la pesca da trabajo a 200 millones de personas, y 800 millones de habitantes del planeta dependen de la cadena de valor de producción y venta de pescado y de marisco.
Mientras la actividad pesquera, tanto legal como ilegal, se ha convertido en un foco de conflicto geopolítico a nivel mundial, las grandes potencias pesqueras que se benefician con su explotación o comercialización, continúan ignorando “un mínimo marco legal” para los trabajadores de la actividad, fomentando así, el comercio ilegítimo, la depredación de los recursos y la explotación laboral.