Las terminales bahienses se encuentran trabajando a pleno y todo hace prever que mayo será un muy buen mes para el Consorcio de Gestión encabezado por Federico Susbielles.
Por Adrián Luciani
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No es novedad que ante las recurrentes y cada vez más preocupantes bajantes del río Paraná, el puerto de Bahía Blanca vuelva a posicionarse como una segura opción para la exportación de granos.
Por eso su función estratégica en la última línea bien puede asemejarse al rol de un fullback en el rugby o de un líbero en el fútbol.
Sin los números de Gran Rosario, el puerto bonaerense siempre termina cumpliendo una labor relevante como es el completamiento de bodegas que hoy salen mucho menos cargadas de los sitios de atraque ubicados en la Hidrovía.
Encima los niveles en el Paraná siguen y seguirán bajando porque a partir de ahora se ingresa en un período de bajas precipitaciones hasta diciembre y por cada pie de profundidad que se pierde, disminuye entre 1.500 y 2.000 toneladas de capacidad de carga de los buques, dependiendo el tamaño.
Por eso las terminales bahienses se encuentran trabajando a full, las rutas están saturadas de camiones y al menos unos 30 buques cerealeros tienen previsto operaciones de carga en lo que resta del mes.
El protagonista de este muy buen momento vuelve a ser el maíz, con muchos envíos a Vietnam y Arabia Saudita.
Se trata de uno de los picos anuales en lo que hace al movimiento de granos y la bajante del río Paraná aporta unas 4 mil toneladas más por buque.
Si bien muchas veces se habla de qué va a pasar con Bahía Blanca si se concreta una nueva profundización del río Paraná, esto demuestra que el rol de fullback seguirá presente porque habrá nuevas sequías que limitan el calado o crecientes que también terminan aportando mucha sedimentación al canal troncal de navegación.
El viernes pasado, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario realizado por Alfredo Sesé, Emilce Terré y Pablo Ybañez, por la bajante del río Paraná que afecta a los puertos del Gran Rosario, los embarques de unas 722.000 toneladas de granos y subproductos, valuados en US$268 millones, deberían posponerse o realizarse desde otros puertos del sur bonaerense.
“Según información de embarques pactados para el mes de mayo que publica MAGyP en base a las declaraciones juradas de venta al exterior, sólo en trigo, maíz, poroto y harina de soja se esperan despachar un mínimo de 7,2 millones de toneladas durante el mes en curso”, expresaron.
“Con ello, se tratarían de 722.000 toneladas las que deberán posponerse para embarque o bien relocalizar el despacho a los puertos del sur (nodo Bahía Blanca y Quequén), con una valuación de mercado a la fecha de US$ 268 millones, según las últimas cotizaciones oficiales”.
Según la entidad, por tercer mes consecutivo la altura promedio del río Paraná muestra una caída a la altura de Rosario.
“En lo que va de mayo, el nivel medio del Río en dicho nodo portuario fue de 0,93 metros (siendo el cero un punto de referencia utilizado para la navegación, no la profundidad total del río), acumulando una pérdida de 1,73 m respecto al promedio del mes de febrero del corriente año”.
El informe señaló que en los 22 meses que pasaron desde agosto de 2019 un solo mes, en febrero 2021, la altura promedio del Río Paraná en Rosario superó la marca de 2,47 metros, el mínimo que exige por contrato Hidrovía S.A. para mantener la obligación de asegurar los 34 pies de calado.
En este marco, se estima hoy un calado efectivo de 31 pies, que genera una pérdida de capacidad de carga de entre 4.500 y 5.500 toneladas por cada buque que se despacha desde la región, aproximadamente un 10% de su capacidad total.
“Mirando hacia el futuro, los pronósticos no son alentadores. Según informes del Instituto Nacional del Agua, se prevé que continúe bajando durante el corriente mes llegando hasta un mínimo de 1,09 m; ello es, aún medio metro por debajo de la marca actual”, señaló el informe.
Por otro lado, según mencionó a la agencia Télam el analista de mercados de la BCR, Guido D'Amico, "cuando baja el río los barcos cada vez pueden cargar menos y los costos logísticos suben mucho".
Por su parte, el responsable del Departamento de Análisis de Mercado de la corredora Grassi, Ariel Tejera, consideró como una "posibilidad" que la bajante del Paraná sea un factor que presione los precios a nivel internacional.
Desde la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas (Capym) señalaron que la salida de buques de carga por la Hidrovía se encontrará limitada a unos 30 pies durante todo este año.
Según Guillermo Wade, gerente, los buques que normalmente se despachan a unos 34,06 pies de profundidad se están despachando a unos tres pies menos.