Por Redacción Argenports.com
El anillo de Amberes concentra hoy uno de los mayores volúmenes de tránsito de Bélgica, pero esa realidad está empezando a cambiar.
Con el avance del proyecto Oosterweel, donde Jan de Nul es protagonista, el país está llevando adelante una obra estratégica que cerrará definitivamente la circunvalación, reducirá el tráfico dentro de la ciudad, mejorará la movilidad regional y recuperará espacios para los vecinos mediante infraestructura subterránea de última generación.
Un consorcio internacional trabaja en dos frentes clave: el túnel bajo el río Scheldt y el sistema de túneles del Canal, además del anillo profundo en Merksem.

El anillo de Amberes es hoy una de las rutas más cargadas de tránsito en Bélgica. El plan Oosterweel permitirá completar definitivamente la circunvalación, desviar el tráfico pesado, descongestionar el centro urbano y generar un entorno más habitable para los vecinos.
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Dos frentes de obra estratégicos
Uno de los ejes más destacados es el Scheldt Tunnel, un túnel sumergido cuyos tramos fueron prefabricados en Zeebrugge. Cada elemento fue remolcado por mar hasta Amberes y luego colocado en posición definitiva bajo el río. El concepto suena simple, pero su ejecución demandó ingeniería de máxima precisión.
En paralelo, el proyecto incluye los Canal Tunnels, construidos directamente en el sitio mediante el drenaje del área con dobles tablestacas. En ese espacio se excavan y levantan cuatro pozos de túnel, pero debido a las limitaciones físicas del puerto no se construyen en línea, sino en pares superpuestos para optimizar el espacio disponible.
Un trabajo que combina dragado, ingeniería y logística compleja
En el caso del túnel bajo el Scheldt también intervino la división de dragado, fundamental para preparar el lecho del río. Se trabajó en un entorno desafiante: corrientes fuertes, intenso tráfico marítimo y cronogramas muy ajustados.
Para los túneles del Canal, el desafío también incluyó trabajos de contención y remediación compleja del terreno, además del uso de sistemas especializados de fundación. La obra integra distintas capacidades técnicas en un mismo proyecto de gran escala.
Avances concretos y fechas claves
Durante seis meses se fueron instalando uno a uno los ocho elementos que conforman el túnel del Scheldt. En diciembre quedó colocado el último módulo. Ahora continúa la etapa de unión definitiva, instalación de sistemas técnicos, terminaciones internas y la infraestructura vial.
El cronograma prevé que el túnel abra primero para ciclistas en 2028 y luego para tránsito motorizado en 2030.
Mientras tanto, en Merksem avanza la construcción del tramo profundo del anillo. Allí será demolido el actual viaducto y se lo reemplazará por una traza subterránea. Para evitar grandes trastornos viales se construyó un Bypass temporal que operará durante los próximos ocho años. El primer tramo ya está funcionando.

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Una obra que cambiará la ciudad y su entorno
Aunque gran parte del trabajo quedará bajo tierra o bajo el agua, su impacto será visible en la superficie. El proyecto permitirá reducir el tránsito urbano, mejorar la convivencia con el entorno y recuperar espacios para la comunidad y la naturaleza, incluso con nuevas áreas ambientales sobre la margen izquierda.
Los equipos destacan que se trata de una obra de altísimo valor social: mejora la movilidad, eleva la calidad de vida y redefine la infraestructura estratégica de una de las regiones más dinámicas de Europa.
En conjunto con distintos socios del consorcio, el proyecto avanza bajo la coordinación de Lantis, entidad responsable del desarrollo del Oosterweel Link.










