Por Redacción de Argenports.com
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva impulsa una profunda reforma del sistema eléctrico en Brasil, con un doble objetivo: abrir completamente el mercado eléctrico a todos los consumidores y expandir los subsidios a hogares de bajos ingresos, con la propuesta de ofrecer hasta 80 kWh mensuales de energía eléctrica gratuita.
Según el borrador presentado por el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, el proyecto permitirá que cualquier consumidor —incluidos residenciales— pueda contratar energía en el mercado libre a partir de 2028, reemplazando progresivamente el esquema actual dominado por el mercado regulado.
En paralelo, se busca ampliar la tarifa social eléctrica que hoy beneficia a 17 millones de hogares. La nueva política otorgaría energía 100% subsidiada para los primeros 80 kWh mensuales, lo que permitiría que más de 4,5 millones de familias no paguen por su consumo básico de electricidad.
Ajustes en subsidios y beneficios fiscales
La financiación de este nuevo esquema no recaerá sobre el Tesoro Nacional, sino sobre una redistribución de los fondos de la Cuenta de Desarrollo Energético (CDE). Esta medida implica limitar los beneficios fiscales actuales a autogeneradores de energías renovables y grandes consumidores industriales que acceden a exenciones al asociarse con proyectos de generación eléctrica.
Silveira calificó esta práctica como “autoproducción oportunista” y sostuvo que distorsiona los costos del sistema, cargando el peso sobre los usuarios regulados. Por ello, el gobierno también evalúa redefinir el estatus de los autoproductores para reducir subsidios y liberar más recursos para el nuevo programa de tarifa social.
Reforma eléctrica con impacto regional
La propuesta de Lula busca posicionar a Brasil como un modelo energético más eficiente, equitativo y sustentable, en un contexto donde el país necesita reforzar su matriz energética ante las limitaciones hidroeléctricas.
La medida será enviada al Congreso como una medida provisional, con entrada en vigencia inmediata una vez firmada. De aprobarse, Brasil se convertiría en uno de los primeros países latinoamericanos en garantizar energía eléctrica gratuita para los sectores más vulnerables, mientras avanza hacia una apertura completa del mercado energético.