Por Redacción Argenports.com
En una primicia científica, investigadores captaron por primera vez en video el daño que provocan las anclas y cadenas de los barcos al arrastrarse por el fondo marino de la Antártida.
El hallazgo, difundido a través de un nuevo estudio publicado en Frontiers in Conservation Science, pone el foco en una amenaza subestimada para los ecosistemas polares.
Una herida en el lecho marino antártico
Las imágenes muestran un paisaje submarino desolado, marcado por surcos y líneas profundas donde las anclas rasgaron el sustrato.
En contraste, a pocos metros, zonas no afectadas revelan una vibrante comunidad de organismos marinos: esponjas, estrellas de mar, pulpos gigantes y peces endémicos.
“El video muestra un contraste impresionante entre la vida marina próspera y el vacío absoluto donde anclaron los barcos”, explicó Matthew Mulrennan, científico marino y fundador de la organización KOLOSSAL.
“Es la primera vez que se documenta visualmente este tipo de daño en aguas antárticas.”
Esponjas de 15.000 años y especies únicas, en riesgo
Uno de los hallazgos más alarmantes es el daño cercano a esponjas volcánicas gigantes, que pueden vivir hasta 15.000 años y se consideran entre los animales más longevos del planeta.
También se detectaron especies exclusivas como estrellas solares antárticas, pulpos gigantes y arañas marinas, todas vulnerables debido a su crecimiento extremadamente lento.
“La recuperación de estos ecosistemas puede tardar décadas o siglos. La mayoría de estas especies solo habitan la Antártida”, advirtió Sally Watson, coautora del estudio y geofísica marina del Instituto Nacional del Agua y la Atmósfera de Nueva Zelanda.
Más de 190 barcos fondearon en aguas antárticas
Durante la temporada 2022-2023, más de 195 embarcaciones —incluyendo cruceros, barcos de investigación, pesqueros y yates— operaron en aguas antárticas a profundidades adecuadas para el fondeo (menos de 82,5 metros). Es probable que existan aún más embarcaciones no registradas.
“Hay normas estrictas sobre la actividad humana en la Antártida, pero el fondeo de barcos sigue prácticamente desregulado”, afirmó Mulrennan.
“Es un problema ambiental acuciante, pero lo que no se ve, no se regula.”
Ecosistemas marinos clave, con funciones esenciales
Los científicos destacan que estas comunidades submarinas cumplen funciones vitales: las esponjas ayudan a filtrar el agua, capturar carbono y crear hábitats complejos que sostienen a otros animales, como peces, pingüinos y focas.
“Estos son los animales que los turistas vienen a ver, pero el anclaje sin regulación puede acabar con ellos silenciosamente”, alertó el equipo de investigación.
Un llamado urgente a regular el fondeo en la Antártida
Los investigadores reclaman más estudios para dimensionar el impacto del anclaje sobre estos ecosistemas únicos y evaluar cuánto tiempo lleva su recuperación.
También proponen mitigar los daños mediante nuevas tecnologías, prácticas más sostenibles y regulaciones internacionales.
“Necesitamos tomar decisiones informadas para proteger estos hábitats antes de que el daño sea irreversible”, concluyó Mulrennan.