Redacción Argenports.com
Dow, el gigante petroquímico con sede central en Midland (Michigan, Estados Unidos), decidió festejar sus 25 años en Bahía Blanca destacando a 25 personalidades de esa ciudad que dejaron su huella transformando el mundo.
La iniciativa se enmarca dentro de la decisión de la compañía de reafirmar su identidad bahiense, rescatando la figura de vecinos que la inspiran.
En esta oportunidad el homenaje fue para Natty Petrosino, quien dejó atrás una vida acomodada para dedicarse a ayudar a las poblaciones vulnerables durante más de 50 años de vocación solidaria que desempeñó hasta el último día de su vida, en julio del año pasado.
Ilustración Magalí Gómez.
Abandonó todo y se dedicó a la ayuda de poblaciones vulnerables, comenzando un camino de más de 50 años de vocación solidaria que continuaría hasta el último día de su vida, el 26 de julio de 2021.
“La historia de Natty comienza a escribirse en 1939, en la capilla del campo de sus abuelos cerca de Villa Irís, a 116 km de Bahía Blanca. Fue bautizada con el nombre Natasha que más tarde tuvieron que cambiar por Inocencia, porque no lo aceptaron en el Registro Civil”, señala la publicación de Dow.
Luego consigna que Natty vivió su juventud cómodamente: estudió parte de las carreras medicina y sociología en la Universidad de Buenos Aires y en los años 60 triunfó en el mundo de la moda como modelo en pasarelas y revistas, apareciendo en varias películas de cine.
“Junto a Vicente Petrosino, un acaudalado empresario bahiense, formaron una familia y vivieron en Barrio Palihue rodeados de mucamas y asistentes hasta el día de su internación, un momento de inflexión en su vida. Durante la operación para extirpar un cáncer en el oído, sufrió una muerte clínica de algunos segundos en la que se le reveló una nueva misión para la humanidad.
“Este nuevo despertar –agrega–, le hizo descubrir a Dios, despojarse de todas sus pertenencias materiales y dedicar su vida al servicio apostólico por los pobres y desamparados”.
La evocación señala que así vivió hasta el último de sus días: en 1978, fundó el Hogar Peregrino San Francisco de Asís de Bahía Blanca, el primero de una red destinada a ayudar a quienes más lo necesitan. En la década del 90, emprendió la misión de recorrer la Argentina de punta a punta en una casilla rodante, llegando a donde más la necesitaban.
También construyó escuelas, salas de primeros auxilios y más de medio centenar de casas, dio de comer a miles de personas y trabajó incansablemente para las comunidades indígenas del país.
“Se convirtió en un referente de la paz mundial, pero, más allá de los títulos, Natty comenzó en Bahía Blanca el trabajo comunitario que continuará con los años y seguirá marcando la vida de miles de personas alrededor del mundo.
“Natty Petrosino forma parte de nuestro ADN bahiense, pisó nuestro mismo suelo y caminó por nuestros barrios. La recordamos por haber dejado un legado de paz para el mundo y ser un ejemplo de entrega y lucha por los derechos humanos”.
Identidad bahiense
Dow recordó que en su complejo ubicado en el Polo Petroquímico bahiense trabajan más de 800 personas, la mayoría trabajadores nacidos y criados en la ciudad.
“Nuestra identidad está en las calles de cada barrio de la ciudad. Hace 25 años que somos bahienses y nuestra historia se entrelaza con la tuya.
“Somos Dow Bahía Blanca –continuó–, y queremos celebrar a los bahienses que nos inspiran. A lo largo del año, semana a semana, iremos revelando a algunos de los bahienses que constituyen nuestra identidad. Este es nuestro homenaje a Bahía, a nuestra ciudad”.
Más información en http://dowxp.com.ar/25/
Milstein, el primero
Cabe recordar que el primero de las 25 personalidades bahienses destacadas por Dow fue César Milstein, Premio Nobel de Medicina en 1984 por sus investigaciones sobre los anticuerpos monclonales.
Ilustración Hernán Castares.
Días atrás la compañía señaló que "Descubrir su historia nos ayuda a pensar en los pasos que debemos tomar para construir el futuro que queremos de la mano de la ciencia".
Milstein nació el 8 de octubre de 1927 en Bahía Blanca y falleció en Cambridge el 24 de marzo de 2002. En su ciudad natal asistió a la Escuela 3, donde su madre fue directora y a la cual le otorgaron la casa de Viamonte 450 para residir junto a su familia.
