Por Redacción Argenports.com
En medio de crecientes tensiones militares y diplomáticas en Medio Oriente, el Estrecho de Ormuz —arteria estratégica para el comercio global de hidrocarburos— vuelve a ser una de las principales fuentes de preocupación en los mercados internacionales.
El Parlamento iraní ha impulsado una moción para cerrar esta vía marítima, una respuesta directa a recientes ataques sobre instalaciones nucleares en territorio iraní atribuidos a Estados Unidos e Israel.
El impacto potencial de esta decisión es enorme: por el Estrecho de Ormuz transita cerca del 20% del petróleo que se comercia a nivel mundial y más del 20% del gas natural licuado (GNL).
Su bloqueo interrumpiría el suministro energético hacia Asia, Europa y América, y podría llevar el precio del barril a niveles que no se veían desde la guerra en Ucrania.
Por qué el Estrecho de Ormuz es un punto neurálgico
Ubicado entre Irán y Omán, el Estrecho de Ormuz tiene solo unos 50 km de ancho en su entrada y salida, y aproximadamente 33 km en su punto más estrecho.

Sin embargo, por sus aguas circulan diariamente más de 13 buques cisterna que transportan más de 15 millones de barriles de petróleo.
Países como Arabia Saudita, Irak, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y Catar dependen críticamente de esta ruta para exportar sus hidrocarburos. China, India, Japón y Corea del Sur figuran entre los principales compradores de ese crudo.
Incluso Estados Unidos, aunque hoy es un productor neto, sigue importando crudo del Golfo Pérsico. Según datos de la EIA, en lo que va de 2025 EE.UU. recibe en promedio 1,9 millones de barriles diarios que pasan por Ormuz.
Riesgos geopolíticos y mercado: sube el petróleo y se tensa la economía global
El solo anuncio de una posible interrupción en Ormuz hizo reaccionar de inmediato a los mercados.
En los últimos días, el precio del Brent superó los 93 dólares por barril, su nivel más alto desde octubre de 2023. Analistas de JP Morgan advierten que, en caso de un cierre efectivo, el petróleo podría trepar a 130 dólares, y el impacto en la inflación global sería inmediato.
Brian Krassenstein, analista energético en EE.UU., advirtió que los precios minoristas de la gasolina podrían llegar a 7 dólares por galón en ese país, un golpe directo al bolsillo de los consumidores.
El gas natural licuado, clave para Europa tras la guerra en Ucrania, también está en riesgo. Catar, principal proveedor mundial de GNL, vería comprometida su capacidad de entrega.
“Una interrupción prolongada podría devolver a Europa al escenario de racionamientos y precios récord de electricidad”, advirtió un reporte de S&P Global Commodity Insights.

Movimientos navales, alertas diplomáticas y posiciones divididas
La tensión no es solo económica. En los últimos días, la Quinta Flota de Estados Unidos intensificó su presencia en el Golfo, mientras que Reino Unido y Francia también desplegaron unidades navales en la zona.
Irán respondió realizando maniobras militares cerca de la isla de Qeshm y reforzando su base en Bandar Abbas.
El vicepresidente de EE.UU., JD Vance, calificó el posible cierre como un “acto de suicidio económico” por parte de Irán, señalando que el propio régimen también exporta crudo a través de Ormuz.
Por su parte, el expresidente Donald Trump, en campaña por las elecciones de noviembre, amenazó con una “respuesta devastadora” si Irán concreta la medida.
En paralelo, China y Rusia instaron a la “moderación mutua” y convocaron a una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU. Beijing, principal comprador de crudo iraní, está jugando un rol clave en la presión diplomática.
¿Existen alternativas al Estrecho de Ormuz?
Varios países del Golfo han buscado reducir su dependencia de Ormuz, pero con un éxito limitado.
Arabia Saudita utiliza el oleoducto Petroline hacia el Mar Rojo (1.200 km), y Emiratos Árabes desvió parte de sus exportaciones al puerto de Fujairah, evitando el estrecho. Irán, en tanto, opera desde 2021 una terminal en Jask, aunque con capacidad limitada.
Sin embargo, Kuwait, Catar y Baréin carecen de rutas alternativas viables, por lo que un cierre de Ormuz implicaría un freno casi total a sus exportaciones energéticas.

El dilema iraní y el abismo económico global
El líder supremo, Ali Khamenei, aún no ha definido si respaldará la moción del Parlamento. En juego no solo está la seguridad regional, sino el rol de Irán en el mercado global de energía y la posibilidad de una recesión mundial inducida por el petróleo.
Mientras tanto, las aseguradoras marítimas han elevado sus primas para navegar por el Golfo Pérsico, y varias navieras —incluyendo firmas griegas y asiáticas— ya han comenzado a reprogramar o cancelar viajes ante el riesgo creciente.
Un estrecho con peso global
Lo que ocurra en las próximas semanas en Ormuz puede redefinir el mapa energético y político mundial. No se trata solo de una vía marítima: es una válvula de presión geopolítica con poder para desatar una tormenta perfecta en un momento de alta fragilidad económica.
Una vez más, el mundo recuerda que el petróleo, el gas y la seguridad marítima están profundamente entrelazados.