La planta ubicada en la ciudad de Ramallo, cuenta con una capacidad de producción de 50.000 toneladas anuales de glicerina refinada de exportación, con un grado de pureza superior al 98%. Fotos Bojagro.
Redacción Argenports.com
Convocado por la firma ChemCom Industries, de los Países Bajos, el Grupo Bahía Energía (GBE) avanza en un joint venture para construir una planta industrial en ese país.
De esta forma, el productor de biodiesel oriundo de Bahía Blanca, quiere hacer pie en Europa con un proyecto cuya concreción demandaría tres años.
La iniciativa demandaría no menos de entre US$50 millones y US$60 millones.
Planta de Bojagro en la ciudad de Ramallo, destinada a la producción de glicerina refinada de exportación.
El grupo nace en 2011 como respuesta a la necesidad de cubrir la demanda generada por la Ley de Regulación y Promoción para la Producción y Uso Sustentable de Biocombustibles y en 2014 surge Bojagro, como una integración vertical en la cadena de valor y ahora dedicada a la producción de glicerina refinada de exportación, levantando una moderna planta en 2020, en el Parque Industrial Comirsa de la ciudad de Ramallo.
Cuenta con una capacidad de producción de 50.000 toneladas anuales de glicerina refinada de exportación, con un grado de pureza superior al 98%.
Con relación a las futuras instalaciones en Europa, el objetivo es que este año se pongan en marcha, según señaló el CEO de GBE, Juan Manuel Ritacco, al diario El Cronista.
Al menos esa era la expectativa hasta las horas previas a la invasión rusa sobre Ucrania, que tiene en vilo al mundo entero.
El proyecto consiste en una planta con capacidad de procesamiento de 100.000 toneladas por año, que permitirán elaborar 80.000 toneladas de bio-monopropilenglicol, un derivado de la glicerina de múltiples aplicaciones industriales.
"Es un paso más en el proceso de refinación de glicerina que obtenemos del biodiesel", explicó el ingeniero Ritacco.
"Requiere una complejidad de elaboración mayor. Se hace sólo en dos plantas en el mundo. Esta será la tercera", puntualizó.
Los despachos de la futura planta neerlandesa se colocarán, principalmente, en Europa y, en menor medida, en los Estados Unidos.
Según Ritacco, en estos mercados están los clientes que más demandan productos bio para sustituir derivados del petróleo. Al ser empujado por ChemCom, el start-up tendrá financiamiento europeo.
"Nos genera una base inmediata para hacer inversiones en la Argentina", agregó el CEO.
La idea es que el proyecto utilice como insumo la glicerina que aporte GBE desde el país.
A través de su unidad Bojagro, GBE, que pertenece al grupo bahiense Bojanich, elabora en Ramallo glicerina farmacopea a partir del biodiesel.
El año pasado, Bojagro, que se inauguró a fines de 2020, comercializó 27.074 toneladas de este derivado. Destinó 77% al exterior. China fue su mayor comprador, con 10.000 toneladas. México y los Estados Unidos representaron más de 40% de la producción. También despachó a Turquía, Italia, la India, Sudáfrica, Costa de Marfil, Chile y Bolivia.
Instalaciones de Bojagro en el parque industrial de Ramallo.
Para este año, según El Cronista, proyecta crecer 50% en sus exportaciones. En octubre, firmó un contrato con Colgate-Palmolive para ser su proveedor de glicerina, insumo que la estadounidense utiliza en la fabricación de dentríficos, entre otros productos cosméticos y de higiene personal.
La glicerina refinada que se produce en Ramallo se usa como insumo en industrias como la aeronáutica, alimenticia, farmacéutica, tabacalera, textil, cosmética y del cuero. GBE invirtió US$15 millones en la instalación de esa planta.
"Uno de los objetivos del grupo es darle valor agregado al biodiesel. La Argentina tiene muchas oportunidades en productos derivados", indicó Ritacco.
En tal sentido, GBE tiene un plan de inversión de entre US$10 millones y US$15 millones para ampliar capacidad en 24 meses, 80% se destinará a generar productos de exportación.