Por Adrián Luciani / info@argenports.com
Puerto Rosales vive una etapa histórica con la puesta en marcha del nuevo muelle Rosa Negra, un proyecto de OTAMERICA que posiciona a la estación marítima de Punta Alta como una de las más modernas de Argentina para la exportación de crudo.
Gracias a una inversión superior a los 600 millones de dólares, el complejo incorpora un muelle de más de 2.000 metros de longitud, dos posiciones de atraque y seis tanques de almacenamiento que, una vez completados, elevarán la capacidad total a 780.000 metros cúbicos.
La ampliación permite recibir buques Panamax, Aframax y Suezmax, clave para que el petróleo de Vaca Muerta llegue a nuevos mercados con mayor eficiencia logística.
Con estándares internacionales de seguridad, monitoreo ambiental y recuperación de vapores, la terminal puede operar hasta 25 buques mensuales, consolidando a la región como polo exportador energético.






Paso a paso: cómo se realiza el amarre
El ingreso de un buque petrolero a Puerto Rosales es una maniobra milimétrica. La operación comienza cuando la nave accede al canal principal bajo control del Control de Tráfico y Seguridad (Contrase) a cargo de la Prefectura Naval), que autoriza el paso y otorga uso exclusivo del canal según el tamaño del barco.
El buque navega solo hasta la boya 11 del canal principal de acceso al puerto de Bahía Blanca, donde embarca el práctico.
Este profesional argentino asesora al capitán —quien conserva el mando— durante la aproximación hasta quedar a una milla del muelle. En ese punto entran en acción cuatro remolcadores y dos lanchas de apoyo, encargados de posicionar la nave.
La orientación del amarre depende de la marea:
- Con marea bajante, el barco amarra proa adentro, mirando hacia el interior.
- Con marea creciente, gira frente al muelle y amarra proa afuera.
En todos los casos la marea debe impactar sobre la proa para que los filetes de agua trabajen a favor y brinden estabilidad.
Una vez asegurado el buque, ingresan las autoridades marítimas, inspectores y personal de control para habilitar las operaciones de carga y los trámites de exportación.
El proceso se inicia con la conexión de los brazos de carga de hasta 5.000 m3/hora de capacidad, con las tuberías del buque que permiten el llenado de las bodegas del buque.
Seguridad y precisión en cada detalle
La zarpada sigue el mismo protocolo. El práctico vuelve a embarcar y, junto a los remolcadores, guía la salida siempre con la marea a favor, evitando que la corriente tome a la nave por la popa y pueda descontrolarla.
La maniobra requiere además que el calado del buque se ajuste a la altura de marea, manteniendo un margen de seguridad superior a 30 centímetros entre el casco y el fondo para prevenir roces o encalladuras.
Un motor para Vaca Muerta y la región
La terminal Rosa Negra no solo eleva la capacidad exportadora de OTAMERICA, sino que también dinamiza la economía de Bahía Blanca, Punta Alta y toda la provincia de Buenos Aires.
La llegada de buques Suezmax y la operación de grandes volúmenes de crudo consolidan a Puerto Rosales como un eslabón clave en la cadena logística de Vaca Muerta, favoreciendo la generación de empleo, el movimiento de proveedores y el desarrollo de servicios especializados.
Con infraestructura de última generación y un esquema de amarre que combina precisión y seguridad, Puerto Rosales se proyecta como un hub energético de alcance global.