Por Redacción Argenports.com
El exvicegobernador entrerriano Hernán Darío Orduna presentó en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Entre Ríos su libro Para una política soberana en las vías navegables, una obra que busca reabrir el debate sobre la administración del sistema fluvial argentino y el papel que deben cumplir el Estado y las provincias.
Durante su exposición, Orduna advirtió que el modelo impulsado bajo la denominación de “hidrovía” priorizó intereses privados y debilitó la capacidad de decisión estatal sobre el río Paraná y el río de la Plata.
También reivindicó la necesidad de recuperar una visión geopolítica del sistema y subrayó que los ríos deben ser entendidos como una herramienta de desarrollo nacional y no como simples corredores de exportación.

Un sistema estratégico bajo control estatal
Orduna sostuvo que el Estado argentino debe retomar el liderazgo en el dragado, la señalización y la administración de sus vías navegables. Recordó que, a diferencia de lo que ocurre en países como Estados Unidos o China, donde los ríos principales son gestionados por organismos públicos, en la Argentina la privatización de la década del noventa transfirió esas funciones a manos privadas.
“El Estado debe ejercer la soberanía porque domina el territorio y no permitir que las corporaciones transnacionales hagan lo que quieran con el río Paraná”, señaló el exintendente de Concordia.
Agregó que esa pérdida de control significó también una pérdida de información, planificación y capacidad de fiscalización en una de las principales rutas logísticas del país.
“Los buques deben adaptarse a los ríos”
Uno de los momentos más destacados de su intervención fue cuando se refirió al creciente tamaño de los buques y las presiones para modificar los cauces naturales.
“No hay que adaptar los ríos a los buques, sino al revés. Hay que adaptar los buques a los ríos. Cada tramo del Paraná tiene su profundidad y su tipo de embarcación adecuada. Más al norte deben operar barcazas y más al sur, buques”, enfatizó.

El dirigente, en declaraciones que reprodujo el medio Dos Florines, remarcó que profundizar indiscriminadamente los canales genera altos costos y riesgos ambientales, y que una política fluvial moderna debe combinar eficiencia logística con sostenibilidad ecológica.
Entre Ríos y el desafío de recuperar protagonismo
Orduna dedicó parte de su exposición a la situación portuaria de Entre Ríos y a la necesidad de establecer una política de Estado que permita aprovechar el potencial logístico de la provincia. Señaló que el transporte por agua es el modo más eficiente, económico y menos contaminante para la salida de la producción regional.
Hasta comienzos de este año, explicó, casi toda la carga entrerriana salía por camión, con un costo energético y ambiental mucho mayor.
“Un camión consume nueve veces más combustible que una barcaza y contamina veinte veces más. Recuperar el transporte fluvial no es solo una cuestión económica, sino también ambiental y estratégica”, apuntó.
El exvicegobernador celebró la reactivación de atracaderos de barcazas en la provincia, aunque lamentó que gran parte de las unidades que operan sean extranjeras. “Necesitamos una flota argentina que vuelva a tener presencia real en nuestros ríos”, sostuvo.

Hidrovía y mirada geopolítica
Orduna también se refirió a la decisión del Gobierno nacional de incorporar los ríos Paraná Guazú y Paraná Bravo a la traza de la hidrovía. Explicó que el dragado del Paraná Guazú fue acordado con Uruguay hace tres décadas y que los recursos para financiarlo ya existen.
En cambio, consideró innecesario incluir el Paraná Bravo, un canal utilizado por barcazas que transportan hierro y manganeso desde Paraguay y Brasil hacia Nueva Palmira.
El ingeniero insistió en que los proyectos sobre las vías navegables deben responder a una planificación integral y coordinada entre Nación y provincias.
“El Paraná es un eje estratégico del desarrollo argentino. No puede definirse desde una lógica puramente empresarial, sino desde una mirada nacional que contemple la economía, la soberanía y el ambiente”, concluyó.