Homenaje a Adrienne Bolland, la primera aviadora que cruzó hace 100 años los Andes

06 abril 2021

Con temperaturas que alcanzaban los -26° centígrados y altitudes promedio de 3.600 metros sobre el nivel del mar, la muchacha tuvo que prepararse una vestimenta especial que le permitiera sobrevivir bajo esas condiciones


En 1921 as aeronaves todavía eran construidas en madera, prácticamente no contaban con sistema de navegación y podían alcanzar velocidades que hoy serían consideradas absurdas (50 km/h).


   La Asociación de Mujeres en Aviación de Argentina (AMAA), la Embajada de Francia, el Correo Argentino y otras entidades aeronáuticas realizaron un acto homenaje en la localidad bonaerense de Morón a la aviadora francesa, Adrienne Bolland, quien hace 100 años, el 1 de abril de 1921, se convirtió en la primera mujer en cruzar con su aeronave la Cordillera de los Andes.

   El acto central tuvo lugar en el Museo Nacional de Aeronáutica de Morón, donde el Correo Argentino presentó oficialmente la emisión postal homenaje de 25.000 ejemplares que es al mismo tiempo la primera dedicada a una mujer aviadora en la historia de esta institución.

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Quedaron inauguradas dos muestras en el museo: una biografía fotográfica de Bolland y otra sobre filatelia cedida por la Asociación Filatélica Argentina. Foto Télam.

   “Es una hazaña única, un récord mundial que se cumplió en esa época”, aseguró la presidenta de AMAA, Vanina Busniuk. Destacó que también “es una forma de visibilizarnos, de que más mujeres conozcan las actividades que realicen otras mujeres y se inspiren”.

   Del acto participaron, la embajadora de Francia, Claudia Scherer-Effosse, la presidenta de Correo Argentino, Vanesa Daniela Piesciorovski, y la presidenta de la AMAA, Vanina Busniuk, entre otros.



   Se realizó también una exhibición de globo aerostático a cargo de Leticia Marquéz, primera en sobrevolar las Salinas Grandes con un globo solar, es decir, sin combustible y propulsado sólo por el aire caliente.

   “Soy la primera mujer que voló un globo solar y ver a los chicos y a la juventud tan entusiasmados por lo que estábamos haciendo es impresionante”, afirmó.

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El 1 de abril de 1921, Bolland, cruzó la Cordillera de los Andes con tan solo 25 años de edad y una experiencia de 40 horas de vuelo. Foto Télam.

   Por su parte, la embajadora de Francia en Argentina destacó “que las mujeres están a la cabeza del correo y de la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil); seguimos el camino que nos enseñó Adrianne Bolland”.

   El pasado miércoles, la empresa Air France realizó dos vuelos conmemorativos tripulados exclusivamente por mujeres: el AF406 París-Santiago de Chile y el AF 228 París-Buenos Aires que fue recibido en Ezeiza por la directora general de Air France/KLM para Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay, Nathalie Larivet, y la embajadora Scherer-Effosse.

   La menor de siete hermanos, Adrienne Bolland nació en 1895 en la localidad francesa de Arcueil y solo un año antes de protagonizar su proeza se inscribió en la escuela aviación de la fábrica de aviones Cuadron, donde obtuvo su licencia dos meses después.

El valor de lo logrado

   Esta joven francesa realizó una de las hazañas más recordadas en el ámbito de la aviación al ser la primera piloto mujer en viajar desde la provincia argentina de Mendoza hasta Santiago de Chile a través de la peligrosa cadena montañosa, y la única persona en la historia en hacerlo pasando por el Paso de la Cumbre, muy cercano al Cerro Aconcagua, cuya cima es el segundo punto más alto del mundo, al estar ubicada a 6.962 metros sobre el nivel del mar.

   Para cumplir con esta misión, Bolland contó únicamente con su biplano Caudron C-3 F-ABEW, equipado con un motor Le Rhone de 80 LP, con el cual completó su recorrido en poco más de cuatro horas, viajando a una velocidad media de 50 km/h.

   Junto a su mecánico habitual, René Duperrier,  decidió que el mejor lugar para despegar era desde el aeródromo Los Tamarindos, en Mendoza, por lo que tuvieron que transportar el avión en ferrocarril hasta esa provincia.

   Ya instalados en la región cuyana, el aparato quedó en condiciones para realizar el vuelo en los últimos días de marzo de 1921. Entonces, el 31 de ese mes se realizó el primer intento de llegar hasta Santiago, pero el excesivo peso generado por la carga completa de combustible y las mal as condiciones atmosféricas la obligaron a regresar de urgencia a la Argentina antes de llegar a su destino.

maqueta

Una maqueta del biplano utilizado por Adrienne Bolland para cruzar los Andes

   A pesar de este fracaso inicial, Bolland no se desanimó y cuando llegó el primero de abril lo volvió a intentar, aunque para ese momento ya había circulado con mayor fuerza la noticia de la hazaña que estaba por realizar y decenas de personas se reunieron aquel día en ambos lados de la frontera para presenciar la salida y la llegada del vuelo.

   Después de haberse elevado desde Los Tamarindos, en Mendoza, a las 06:35 (hora de Argentina), pasó por Las Cuevas a las 07:25; por Caracoles, a las 08.00 (hora chilena), y por Río Blanco a las nueve de la mañana. Desde este punto, la piloto tomó decididamente rumbo a Santiago.

   “En los primeros momentos parecía que iba a estrellarme contra las montañas, pero seguí decidida. La muralla de nubes era tan espesa que hubo un instante en que no vi nada y creí fracasar. Mi pena fue muy grande y ya pensaba en regresar a Mendoza, convencida de la imposibilidad de continuar adelante, cuando alcancé a ver a lo lejos, como una puerta muy ancha, un enorme hueco entre las nubes. Hacia esa abertura me lancé cerrando los ojos, dispuesta a todo. Y pasé”, relató luego Bolland, de acuerdo a lo que reflejan documentos oficiales que se encuentran en la Biblioteca Nacional de Chile.

piloto francesa

La joven se convirtió en una leyenda de la aviación

   Con temperaturas que alcanzaban los -26° centígrados y altitudes promedio de 3.600 metros sobre el nivel del mar, la muchacha tuvo que prepararse una vestimenta especial que le permitiera sobrevivir bajo esas condiciones y se dice que como alimento llevó una cebolla, ya que resulta ser un efectivo vasodilatador que facilita la respiración, algo fundamental ante el poco nivel de oxígeno al que se vio sometida.

   Además, según ella misma reveló más tarde, entre su ropa escondió un puñal afilado para defenderse “de los leones o aves de rapiña en la cordillera, en el caso de haber tenido la desgracia de caer en esas soledades”.

   Finalmente, cuatro horas y 15 minutos después de haber partido de Argentina, el biplano de la joven francesa aterrizó en la Escuela de Aviación de Chile, un aeródromo militar en el que la banda del Regimiento Ferrocarrileros la recibió tocando La Marsellesa y el Himno Nacional de Chile.

   En 1971, la empresa Air France celebró el 50º aniversario de esta trave