Lojo dijo que las condiciones de La Plata son excelentes y es el puerto más oceánico que tiene el sistema fluvial argentino, en cualquier escenario. Foto Argenports.com
Por Adrián Luciani / Argenports.com
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A una semana de no haberse registrado oferentes para la obra del Canal Magdalena, el ingeniero José María Lojo, presidente del Consorcio de Gestión de Puerto La Plata, brindó varias precisiones sobre las causas que, a su entender, hicieron fracasar el proceso licitatorio y analizó el futuro de esa estación fluvial sin un proyecto clave para su desarrollo.
“El puerto de La Plata no depende del Canal Magdalena porque tiene sobrados motivos para ser protagonista por sí mismo, pero este lo potencia, lo haría jugar en las grandes ligas”, puntualizó.
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A continuación se transcriben los tramos principales del diálogo mantenido con Argenports.com
--¿Qué análisis hace del fracaso de la licitación para concretar el Canal Magdalena? ¿No hubo oferentes por la inestabilidad económica y cambiaria del país? ¿Las condiciones impuestas a las empresas oferentes fueron muy exigentes?
--Podemos tener dos miradas sobre la licitación. Una referida a lo más inmediato: qué pasó con este llamado a licitación, por qué no tuvo éxito, y la segunda es una mirada mucho más panorámica: por qué llegamos a este punto después de cuatro años de gestión.
--Bueno, comencemos por el primer punto entonces.
--En este caso los pliegos de licitación fueron complejos, fueron elaborados en el marco del ministerio de Transporte con una suerte de complejidad que hizo que las empresas que estuvieron interesadas en los pliegos manifestaron una serie de dudas y consultas. De esas dudas creo que la más significativa es que la obra fue licitada en pesos y había dudas sobre cómo funcionaría el mecanismo de actualización de esos valores siendo que hay muchos costos relacionados con el dragado en dólares y había que ver cuál era el mecanismo que se les aseguraba para tener cubierta esa posibilidad de aumento de costos.
--¿Y el segundo?
--Según las empresas dragadoras la obra no requiere más de 12 o 13 meses de ejecución y los pliegos hablan de 21 meses, por lo que había una inquietud porque si terminaban antes, querían por lo menos que les reciban la obra antes, después habrá que ver cuál es el momento en que harían efectivo el pago, podría ser a los 21 meses, con algún tipo de acuerdo, pero hacer la obra en tiempos mayores a los que técnicamente son necesarios no es algo económicamente conveniente y si se terminara 10 meses antes del pago, quién se haría cargo del mantenimiento.También hay un tercer punto, que tiene que ver con el respaldo económico – financiero que se les pedía a las empresas, el cual fue considerado excesivo por las compañías ya que las obligaba a realizar algún tipo de acuerdos internacionales.
Pero asumamos que esas preguntas que pueden haber hecho las empresas hayan sido respondidas por el ministerio, probablemente en forma satisfactoria, porque desconozco las respuestas que se dieron, pero aun así, sumémosle a esas dudas lo que surgió después, porque la apertura de los sobres se dio en misma semana en la que el gobierno pierde las elecciones, saliendo tercero en las PASO, donde el lunes siguiente hubo una devaluación del 22 por ciento. Ahí se abrió un marco de incertidumbre donde alguno que tenía dudas en asumir un compromiso, después de esto es muy probable que haya optado por bajarse y por eso la licitación quedó desierta.
--También habló de una mirada más panorámica.
--Sí, como dije antes, hay una mirada un poco más panorámica: qué lástima que esta licitación no se hizo hace dos años, porque si se hubiese hecho antes, probablemente se hubiese resuelto o hubiésemos tenido oportunidad para revisarla, corregirla y repetirla. Ahora estamos cayendo al fin de un período de gobierno que, inevitablemente, va a ser un cambio, aunque sea del mismo signo político, para la próxima instancia, y esto genera otro marco de incertidumbre que no es favorable para la toma de decisiones.
--Bien, pero tecordemos que es la segunda vez que el proyecto queda a las puertas de su efectiva concreción. El actual gobierno tuvo casi cuatro años para iniciarla y no fue posible. ¿Realmente hubo voluntad de llevarla a cabo? ¿Cuál es tu opinión al respecto?
--Hay muchísima gente de este gobierno que tuvo, y me incluyo, extrema voluntad para llevarlo adelante. Hubo gente que no tuvo el mismo impulso pero de algún modo acompañó y no fueron visibles figuras que hayan tenido una intención explícita de bloquear el proyecto.
Yo no he encontrado a nadie que se opusiera, pero sí convengamos que en todo el tiempo esto quedó dependiendo del ministerio de Transporte, de idas y vueltas que lamentablemente han caracterizado a nuestro gobierno en varios sentidos, porque esto pasó a la AGP, después volvió al ministerio de Transporte, pero bueno. el mismo ministerio que en cuatro años tuvo tres ministros, así que yo creo que por cuestiones ajenas a la voluntad de todos, como puede ser la trágica desaparición de Mario Meoni, los cambios y ajustes de organización de la gestión a partir de estos cambios de ministros e por idas y vueltas que tienen que ver con indefiniciones, probablemente de los vaivenes que han caracterizado a nuestro gobierno, no hemos podido ser lo suficientemente firmes para avanzar, pero sí quedó claro que es una obra trascendental, estratégica, que debería ser una política de Estado y que habrá que seguir bregando para que se concrete.
--De cara al futuro las expectativas no son buenas para el canal Magdalena. ¿Coincide en esto o piensa que las chances dependen en buena medida de la continuidad de los gobiernos nacional y provincial?
--Tengo mucha expectativa y mucha confianza en el pueblo argentino, creo que por un lado tendrá la responsabilidad y la sabiduría de elegir un gobierno que juegue a favor de los intereses propios y nacionales, y entonces tengo expectativas positivas.Es muy probable que tengamos un gobierno del mismo signo el año que viene en todos los niveles. Si así no fuera, desearía que quien gobierne asuma la responsabilidad de que esta es una política de Estado, y no en favor de un signo político, sino de todos los argentinos.
De esta obra depende que tengamos una asistencia a barcos oceánicos desde el Río de la Plata y desde la zona de exportación argentina con los calados y las capacidades necesarias para que esos buques operen con tranquilidad y economía o que no la tengamos. El Canal Magdalena es la llave para eso, quien no lo haga está yendo en contra de los intereses de la Nación, no de un partido.
--Lo más probable, a la luz de lo que sucedió con este proyecto durante el gobierno de Mauricio Macri, es que eso no suceda.
--Fue nefasto porque directamente perdieron los pliegos de esta licitación, así que, idealmente, esta obra no debería caerse porque gane otro partido, pero es cierto, los antecedentes no son buenos.
--¿Cómo deberá reacomodarse Puerto La Plata con miras a los próximos años sin el Canal Magdalena?
--El Puerto de la Plata no depende del Canal Magdalena, sus condiciones son excelentes y es el puerto más oceánico que tiene el sistema fluvial argentino, en cualquier escenario.
Obviamente que es mejor si tiene una salida directa al mar y con la mayor profundidad posible, ahora, si esto no se hace y se mantiene el Canal Punta Indio, las condiciones de privilegio de nuestro puerto siguen siendo las mismas. Con el Canal Punta Indio estamos jugando en una categoría inferior, pero en esa categoría inferior el puerto de La Plata es el que tiene más posibilidades de estar en las mejores posiciones de todo el sistema fluvial argentino.
--¿Y con el Magdalena?
--Si hacemos el Magdalena pasamos a jugar en las grandes ligas y eso va a potenciar aún más las condiciones de ser el puerto más oceánico de todo el sistema fluvial argentino, pero en cualquiera de los dos casos, va a ser siguiendo un protagonista principal de todo esto y es el que tiene mejores condiciones para ser el puerto de referencia