Montevideo cayó entre los 25 peores puertos del mundo y Buenos Aires mejoró

12 junio 2024

El Banco Mundial publicó una actualización del Índice de Desempeño de los Puertos de Contenedores (CPPI) de 2023


Montevideo empeoró su resultado del año anterior, cuando quedó 304 de 348, entre los 50 peores; continuando la tendencia a la baja, en tanto en el índice de 2021, se había ubicado 265 de un total de 370 puertos relevados.


Redacción Argenports.com

   Al mismo tiempo que intenta posicionarse como hub regional, el Puerto de Montevideo cayó en el ranking mundial de puertos elaborado por el Banco Mundial y quedó entre los 25 peores del mundo.

   En ese marco, se reavivan las quejas de los sectores exportadores por la eficacia y competitividad de la principal terminal portuaria del vecino país.

   El Banco Mundial publicó una actualización del Índice de Desempeño de los Puertos de Contenedores (CPPI) de 2023, en el cual consideró 405 puertos de todo el mundo, teniendo en cuenta la eficacia, el costo y la utilización del espacio, entre otros aspectos. En ese contexto, el Puerto de Montevideo se ubicó en el lugar 384 .

   De esta forma, la terminal portuaria empeoró su resultado del año anterior, cuando quedó 304 de 348, entre los 50 peores; continuando la tendencia a la baja, en tanto en el índice de 2021, se había ubicado 265 de un total de 370 puertos relevados.

   A nivel regional, en tanto, quedó en el puesto 60 de 64, solo superando los puertos brasileños de Imbituba e Itajaí, el de Acajutla (El Salvador) y Kingston (Jamaica).

   Los mejores ubicados fueron Cartagena, que consiguió el primer lugar; seguido por Callao (Perú), Posorja (Ecuador), Buenaventura (Colombia), Río de Janeiro (Brasil), Lázaro Cárdenas (México), Salvador (Brasil), Puerto Limón (Costa Rica), Itapoa (Brasil) y Altamira (México).

   En tanto, Buenos Aires —principal competidor del puerto uruguayo— se ubicó en el lugar 33 a nivel regional y mejoró su posición respecto a la medición correspondiente a 2022, cuando terminó en el 38.

   Según el CPPI, el desarrollo de la infraestructura portuaria de contenedores de alta calidad y operada eficientemente ha sido un requisito previo estrategias exitosas de crecimiento orientado a la exportación. Por tanto, los países que siguen esa línea tendrán niveles más altos de crecimiento en comparación con aquellos que no lo hacen.

   En contrapartida, el Banco Mundial alertó que los puertos y terminales —especialmente de contenedores— pueden causar retrasos en los embarques, interrupciones en la cadena de suministro, gastos adicionales y reducir la competitividad.

   Asimismo, el informe señaló que el rendimiento óptimo abarca factores como la eficiencia del puerto, el calado necesario, el muelle y la facilidad de atraque y la efectividad de los procedimientos utilizados por las agencias públicas para el despacho de contenedores. Cualquier ineficiencia o barrera no arancelaria entre estos actores resultará en costos más altos, menor competitividad y más bajos volúmenes de comercio.

   Respecto de estas cuestiones se han quejado en multiplicidad de ocasiones las cámaras exportadoras del país, insistiendo en los efectos negativos que tiene la ineficiencia portuaria en la competitividad ya deteriorada del comercio exterior del país. En ese sentido, uno de los principales reclamos son los altos costos que se pagan en las terminales portuarias de Uruguay en comparación con los puertos de los principales competidores de la región, “hasta tres o cuatro veces más”, según la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU).

   Si bien Uruguay trabaja en mejorar uno de los puntos centrales para una mayor competitividad —la profundización del calado del Puerto de Montevideo, a partir del acuerdo logrado con Argentina y con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)—, en paralelo se suelen registrar quejas por demoras e inconvenientes en el transporte de contenedores que, además, se ven acompañados por el costo de las tarifas.

   Al respecto, la UEU propuso la creación de una Unidad Reguladora de Servicios Portuarios, con el objetivo de que exista “un control efectivo” a la hora de decidir aumentos.

   La propuesta fue retomada dentro de un detallado documento en el que señala una ruta de acción para el desarrollo del sector exportador, orientada a los principales precandidatos presidenciales de los que surgirá el próximo gobierno, en el contexto de campaña. La unidad reguladora tendría “potestades de control, fiscalización, denuncia y sanción, que no fueron contempladas en el proyecto original”.