En primer plano la línea de 132 KV cruza las orillas de Necochea y Quequén, por el área portuaria.
Por Adrián Luciani
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En un puerto como Quequén, donde muchas cosas están resueltas y hace muchos años ya transita seguro por el camino del desarrollo, obviamente también hay cuestiones por resolver.
El traslado de una línea de alta tensión que divide al puerto en dos y el regreso del ferrocarril de carga son dos de los principales objetivos de esa estación marítima bonaerense.
Además, la construcción de un nuevo puente Ezcurra, el desarrollo de la pesca y el de la industria naval, también engrosan, entre otras iniciativas, el listado de prioridades.
En cuanto al ferrocarril y a la línea de alta tensión, en los últimos días hubo interesantes reuniones destinadas a la búsqueda de soluciones.
Una de ellas fue encabezada por el subsecretario de Asuntos Portuarios bonaerenses, Juan Cruz Lucero, quien junto a todo su gabinete mantuvo una reunión de trabajo con el presidente del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén, Jorge Alvaro, para planificar proyectos estratégicos vinculados al desarrollo de la logística y la infraestructura portuaria.
Lucero señaló que con el objetivo de fortalecer las potencialidades de cada uno de los Puertos de la Provincia de Buenos Aires, integrados en un sistema portuario bonaerense, se continuará trabajando de manera conjunta y coordinada con los Consorcios de Gestión.
Por su parte, Alvaro insistió, en concordancia con los lineamientos del ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, Augusto Costa, en "la importancia de continuar gestionando la vuelta del ferrocarril a Quequén para potenciar un puerto multimodal y multipropósito".
Sabido es que Quequén apunta a recuperar el tren mediante un ramal que llegue a Olavarría, con una inversión cercana a los 100 millones, algo que, según Alvaro, no constituye una idea descabellada ni mucho menos.
Además, durante la reunión ambos funcionarios también coincidieron en la necesidad de concretar el soterramiento de la línea de alta tensión que atraviesa Puerto Quequén para ampliar la capacidad de muelle y contar con más espacios operativos.
Esta línea de alta tensión (132 KV) corre entre las orillas de Quequén y Necochea (sobre el sitio 7/8) acortando el puerto para los buques de dimensiones Panamax, no sólo en lo que hace a sus esloras, sino también a sus alturas.
La idea es impulsar el soterramiento del ducto para que Quequén pueda tener en el futuro una mejor perspectiva para la recepción de buques multimodales, por ejemplo.
En tal sentido, días atrás, Jorge Alvaro mantuvo una reunión online con el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), Gustavo Idígoras.
Del encuentro también tomó parte el gerente general del Consorcio de Puerto Quequén, Oscar Morán.
“El Consorcio avanzará en el desarrollo del proyecto técnico y el pliego licitatorio para el soterramiento de la línea aérea, para luego volver a reunirnos y evaluar la posibilidad de llevar adelante un convenio de cofinanciación”, explicó Alvaro.
Retomando como referencia un acuerdo de colaboración celebrado en agosto de 2019 entre el Consorcio de Gestión, CIARA-CEC y la Cámara de Puertos Privados de la República Argentina para la potencial colaboración en el financiamiento de una obra específica de la infraestructura portuaria, también dialogaron sobre “la utilización de un esquema muy similar al fideicomiso para el dragado de profundización y mantenimiento, en plena implementación con el sector exportador”.
Si bien aún no se sabe quién y cómo se pagará la obra de soterramiento, el encuentro puso de manifiesto una vez más los estrechos vínculos que unen al sector de la agroexportación y a puerto Quequén.
En tal sentido, no mucho tiempo atrás se firmó un convenio de colaboración entre ese sector y el puerto para analizar los pasos a seguir con el Puente Escurra, otro proyecto de obra que requiere ser materializado.