Por Redacción Argenports.com
La reciente aplicación del Decreto 37/2025 del Gobierno Nacional encendió las alarmas en el Puerto de Quequén.
La norma elimina la obligatoriedad para las agencias marítimas de contratar serenos de buque, una decisión que no solo amenaza la fuente de trabajo de al menos 16 familias en esa ciudad bonaerense, sino que también genera inquietud por su impacto en la seguridad portuaria y ambiental.
En este contexto, la Comisión de Trabajo del Concejo Deliberante de Necochea, presidida por la concejala Rocío Mateo, recibió a los trabajadores afectados, quienes manifestaron su preocupación por la posible pérdida de su empleo y por el vacío de control que podría generarse a bordo de los buques.

Seguridad en riesgo
“Estos trabajadores cumplen una función clave que va mucho más allá del resguardo físico del barco”, señaló Mateo.
Los serenos de buque son quienes dan aviso a Prefectura ante situaciones de emergencia, como derrames de petróleo, fugas de gas o conflictos eléctricos.
También intervienen en casos de disputas entre tripulantes y colaboran activamente en tareas de prevención y vigilancia.

Según explicaron los propios trabajadores durante la reunión, su presencia constituye el primer eslabón en la seguridad portuaria, ya que controlan que no ingresen ni egresen elementos extraños a los buques.
Además, su función es vital para prevenir incidentes que podrían afectar el medio ambiente marino y fluvial, como el vertido de combustibles.
Iniciativas para frenar la desregulación
El medio TSN Necochea dijo que frente a esta situación, la comisión del CD se comprometió a impulsar un proyecto de resolución con dos objetivos: por un lado, instar a las agencias marítimas a continuar contratando serenos, pese a que ya no sea obligatorio; por otro, pedir al Consorcio de Gestión de Puerto Quequén que aplique un artículo de una ley provincial que podría restituir esa obligación legal.

“Vamos a acompañar este reclamo, más aún en un contexto de crisis económica, donde el Estado debería estar dando respuestas positivas a los trabajadores y no desregulando áreas tan sensibles como esta”, afirmó Mateo.
Una función estratégica
Desde el Concejo y los propios trabajadores remarcaron que este no es un conflicto aislado ni menor. Se trata de una decisión que impacta en un sector estratégico como el portuario y que puede afectar gravemente la seguridad operativa y ambiental de uno de los puertos más importantes de la provincia.
La incertidumbre crece entre quienes desarrollan esta tarea silenciosa pero fundamental. Y el debate, ahora, gira en torno a qué medidas se tomarán para preservar empleos y garantizar condiciones adecuadas de control y protección en el Puerto de Quequén.