Ayer los miembros de la Asociación Internacional de Estibadores abandonaron sus puestos de trabajo, la primera huelga de este tipo en casi 50 años, iniciando un conflicto que involucra a 25 mil trabajadores. Imagen Denn Gliesen.
Por Redacción Argenports.com
Si bien la huelga de los trabajadores portuarios que paraliza las terminales de la Costa Este y del Golfo en ese país ha generado un gran debate sobre sus reivindicaciones salariales, varios especialistas en este tema señalan que el problema más importante que está en juego es la amenaza de la automatización.
Ayer los miembros de la Asociación Internacional de Estibadores abandonaron sus puestos de trabajo, la primera huelga de este tipo en casi 50 años, iniciando un conflicto que involucra a 25 mil trabajadores.
Harold Daggett, presidente del sindicato, señaló en una publicación en redes sociales que el gremio lucha por “el tipo de salarios que nos merecemos".
Un día antes, el sindicato había culpado a la Alianza Marítima de Estados Unidos, que representa a los muelles y transportistas marítimos, por seguir bloqueando un acuerdo que pondría fin a la huelga.
“Los transportistas marítimos representados por USMX quieren disfrutar de las ricas ganancias de miles de millones de dólares que obtendrán en 2024, mientras ofrecen a los trabajadores portuarios de ILA un paquete salarial inaceptable que rechazamos”, señala el comunicado difundido por el medio USA Today.
De todas formas, hay quienes señalan que algunos miembros de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) ya perciben los salarios más altos entre los trabajadores manuales y afirman que si bien su principal demanda es un aumento salarial, la verdadera victoria para el sindicato sería detener el cambio hacia una mayor automatización de las operaciones portuarias.
“Ahora estamos exigiendo un aumento salarial de 5 dólares por hora para cada uno de los seis años de vigencia del nuevo contrato marco ILA-USMX”, dijo Daggett, el lunes, al unirse a los piquetes en Nueva Jersey.
“Además, queremos que se establezca que no habrá automatización ni semiautomatización”, precisó el periodista Adam Clark, del medio Barron´s.
“El último punto es clave –dijo. Los representantes portuarios de USMX probablemente no se opondrían a ofrecer a los trabajadores un aumento salarial lucrativo, siempre y cuando pudieran estar seguros de que, en el futuro, tendrán una fuerza laboral más reducida a medida que los robots realicen más trabajos que actualmente realizan los humanos.
“El plan ya está en marcha: los puertos de Asia y Europa ya están altamente automatizados en comparación con sus contrapartes estadounidenses. Sin embargo, el contrato recientemente finalizado entre la ILA y USMX prohibía el desarrollo de terminales totalmente automatizadas y el uso de equipos totalmente automatizados, definidos como maquinaria que no implica interacción humana”, agregó Clark.
La ILA afirmó a principios de este año que la empresa internacional de puertos y transporte AP Moeller-Maersk utilizó un sistema que procesaba camiones sin trabajadores sindicalizados en Alabama.
Incluso Maersk dijo en un comunicado enviado por correo electrónico que sus operaciones cumplían con el contrato ILA-USMX y que el proceso de control automático de acceso ha estado en funcionamiento desde que se inauguró la terminal en 2008.
Si bien los detalles de las negociaciones suspendidas entre la ILA y USMX no están claros, el sindicato de trabajadores portuarios parece estar presionando para que se apliquen restricciones aún más duras a la introducción de la automatización en el futuro.
“La ILA se opone firmemente a cualquier forma de automatización, total o parcial, que sustituya puestos de trabajo o funciones laborales históricas. No aceptaremos la pérdida de trabajo y medios de vida de nuestros miembros debido a la automatización”, afirmó la ILA en un comunicado el martes.
Un problema para el sindicato es que, si bien la administración del presidente Joe Biden ha adoptado un tono de apoyo en términos del derecho de los trabajadores portuarios a negociar salarios más altos, ha sido notablemente más silenciosa a la hora de respaldar sus demandas de restricciones a la automatización.
En tal sentido, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, se negó a responder preguntas sobre si el presidente Biden apoyaba la posición de la ILA sobre la automatización en una reunión informativa el martes.
Si el principal punto de conflicto entre las partes resulta ser la automatización en lugar del salario, entonces las esperanzas de que la administración Biden pueda mediar eficazmente entre los operadores portuarios y los trabajadores sindicalizados podrían resultar demasiado optimistas.