La soja es uno de los motores de las exportaciones. Representa en 30% del total del país.
Redacción Argenports.com
Los productores mostraron su preocpación luego de la decisión de la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios de suspender “hasta nuevo aviso” el registro de exportación de la harina y el aceite de soja.
Según las firmas agroexportadoras, la determinación que fue informada a través del Ministerio de Agricultura está vinculada a un incremento en las retenciones o derechos de exportación (DEX) aplicados a esos productos, como ha pasado en ocasiones anteriores.
Los dos principales derivados de la molienda de soja pagan el 31 por ciento y la primera impresión entre los productores es que el Gobierno podría eliminar el diferencial histórico y subir ese tributo a 33%.
El repudio de la Cámara de la Industria Aceitera Argentina (Ciara) no se hizo esperar.
“El Gobierno cerró el registro de exportación de aceite y harina de soja porque la decisión del ministro (Martín) Guzmán es subir en dos puntos las retenciones al complejo agroindustrial”, indicó la organización a través de las redes sociales.
La Cámara consideró que “es totalmente contrario al interés exportador de la Argentina” y que “además de ser ilegal, va a afectar el ingreso de divisas y el empleo en el cordón agroindustrial”.
Asimismo, indicó que “pone fin a los fideicomisos de maíz, trigo y aceite, puesto que cambia las condiciones de comercio exterior”.
Hace menos de dos semanas desde la Casa Rosada habían prometido no cerrar las exportaciones ante la escalada de los precios de los granos.
A pesar del contexto internacional, el Gobierno había asegurado que no iba a modificar las condiciones de comercialización de commodities agroindustriales. A pesar de lo dicho por Julián Domínguez en una conferencia de prensa, la decisión tomada ahora va en dirección opuesta.
“No va a haber cierre de exportaciones y no va a haber aumentos de retenciones. Son decisiones que el Presidente definió como eje de trabajo y son tareas que me delegó. Hay que despejar incertidumbres y miedos, estamos muy seguros de lo que estamos haciendo”, indicó el ministro Julián Domínguez en ese momento.
La medida tiene cierta similitud con las decisiones de hace meses de restringir la exportación de carne para evitar que se disparen los valores internos.
Sin embargo, resultó imposible y las consecuencias fueron notorias a pesar de las advertencias: el precio subió y el país perdió participación en diferente mercados mundiales.
La idea de incrementar los derechos de exportación viene de una parte del equipo económico porque entienden que es la única manera de controlar el mercado local.
Se trata de quienes responden al secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, quien se mostró públicamente a favor de una suba de retenciones para desligar precios globales con los domésticos; específicamente del trigo, el maíz y la leche.
“No va a haber cierre de exportaciones y no va a haber aumentos de retenciones”, había asegurado el ministro Julián Domínguez.
Aseguran que la decisión se enmarca tras el acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en la necesidad de contar con recursos para reducir el déficit, uno de los puntos consensuados con el organismo internacional.
El Gobierno de Alberto Fernández, en sus primeros días de gestión, reestableció la diferencia de alícuotas de retenciones entre el poroto de soja y sus derivados.
Fue en marzo de 2020, cuando elevó las retenciones a la soja que había dejado Mauricio Macri (y que estaban en cerca del 26%) al tope máximo de 33% permitido por el Congreso.
Luego de algunos meses, en octubre de 2020 se estableció que los pallets de soja y de aceite tributaran dos puntos menos, un 33 por ciento, de retenciones.
Según se especula, el cierre del registro de exportaciones DJVE (Declaraciones Juradas de Ventas de Exportación) apunta a evitar que las aceiteras continúen anotando negocios.
La medida pondría al Gobierno ante la posibilidad de un choque con el principal núcleo exportador del país, representado en al menos diez empresas exportadoras nucleadas en Ciara-CE, que se enfrentaron con el gobierno de Mauricio Macri y quien era su ministro de Agricultura, Luis Etchevere, al eliminar el diferencial histórico de las retenciones.
El 30 por ciento de las exportaciones de este año corresponden al complejo sojero, que en 2021 había aportado 9.000 millones de dólares al fisco, mientas se estima que la eliminación del diferencial pueda redundar en otros 400 millones, aunque todo depende del volumen final de las ventas al exterior.