Por Redacción Argenports.com
La construcción del oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) continúa su avance a paso firme.
El megaproyecto liderado por YPF junto a seis de las principales operadoras de la Cuenca Neuquina se perfila como una obra estratégica para destrabar cuellos de botella en el transporte de crudo no convencional y consolidar a Argentina como un nuevo polo exportador de petróleo.

Con una inversión inicial de USD 2.580 millones, que podría superar los USD 3.000 millones al contemplar los costos financieros, el VMOS es la apuesta más ambiciosa en infraestructura petrolera de las últimas décadas.
Un proyecto diseñado para exportar más rápido
La primera etapa del VMOS permitirá transportar hasta 550.000 barriles diarios, con potencial de ampliarse hasta 700.000 barriles si la demanda lo requiere.
El diseño incluye un oleoducto de 440 kilómetros que unirá la Cuenca Neuquina con una nueva terminal marítima en Punta Colorada, equipada con dos monoboyas capaces de operar buques tipo VLCC (Very Large Crude Carrier), los más grandes del mundo.
El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, confirmó ante inversores que ya comenzaron los trabajos de zanjeo y recepción de ductos, además de las obras civiles y movimientos de tierra para la terminal de exportación.
A finales de marzo, el avance operativo de la obra alcanzaba el 4,5%.
“Estamos trabajando intensamente para cumplir los plazos sin demoras, e incluso analizamos acortar los tiempos de ejecución”, afirmó Marín, en declaraciones que reprodujo el diario La Mañana de Neuquén.
Según el cronograma, la obra podría estar operativa entre julio y septiembre de 2026, y alcanzar su capacidad total en el segundo trimestre de 2027.
Producción, transporte y capacidad proyectada
En la fase inicial, YPF tendrá una capacidad comprometida de transporte de 120.000 barriles por día, lo que representa cerca del 27% de la capacidad proyectada.
Aunque su participación accionaria en VMOS será minoritaria, está alineada con su participación en los contratos de transporte en firme.
El impacto económico del VMOS podría ser histórico: se estima que generará USD 15.000 millones en exportaciones para 2028, si logra escalar su capacidad a 770.000 barriles diarios ante un eventual aumento de la demanda.
Control ambiental y sinergia pública-privada
La obra está bajo supervisión constante de la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro, lo que garantiza su desarrollo bajo estándares ambientales y de seguridad.
Con este proyecto, el Gobierno y las empresas buscan no solo ampliar la capacidad exportadora de petróleo, sino también optimizar los tiempos de ejecución, un aspecto clave en un contexto de acelerada competencia internacional por los mercados energéticos.