Por Redacción Argenports.com
Río Negro busca recuperar terreno perdido y dar pasos firmes en el camino del hidrógeno verde.
En un contexto en el que Argentina muestra avances lentos en comparación con países vecinos como Chile, Brasil y Uruguay, la diputada nacional Lorena Villaverde (La Libertad Avanza) presentó un proyecto de ley para adaptar el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) a los desarrollos vinculados a este combustible clave para la transición energética.
El proyecto propone ampliar el plazo de adhesión al régimen a cinco años y extender a tres años el período para cumplir con la inversión mínima exigida.
Además, establece una estabilidad tributaria por 30 años, brindando a los inversores un marco previsible que proteja los proyectos de futuras cargas impositivas o cambios normativos.
“Río Negro tiene condiciones naturales excepcionales: viento, sol, tierras disponibles y acceso estratégico a puertos. Este proyecto ofrece previsibilidad y seguridad jurídica para atraer inversiones reales que generen empleo y desarrollo regional”, afirmó Villaverde.
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Argentina tiene el potencial, pero avanza a paso lento
Con viento en la Patagonia y sol en el norte, Argentina podría ser un gigante del hidrógeno verde.
Sin embargo, el país avanza con lentitud frente al impulso de naciones vecinas. Mientras Chile cerró 2024 con más de 25.600 millones de dólares invertidos en el sector, Brasil acelera con el proyecto Pecém de Fortescue (168.000 toneladas anuales), y Uruguay construye una planta en Fray Bentos, Argentina continúa estancada.
Los anuncios existen, pero la ejecución es mínima. En 2021, Fortescue prometió 8.000 millones de dólares para un proyecto en Río Negro, del que hasta ahora solo se conoce la adquisición de derechos sobre un parque eólico en Cerro Policía, con posibles novedades recién en 2026. A esto se suman memorandos en Santa Cruz y promesas en Chubut, pero sin avances concretos.
Un nuevo marco para cambiar la tendencia
La propuesta de Río Negro intenta romper con ese letargo, adaptando el RIGI a las particularidades del hidrógeno verde, un sector que requiere plazos más flexibles, seguridad jurídica y reglas estables.
La diputada Villaverde considera que es el momento de actuar: “Debemos anticiparnos, ofrecer herramientas reales y transformar el potencial en producción concreta”.
Analistas del sector coinciden en que el principal obstáculo para el despegue de este mercado en Argentina es la falta de previsibilidad macroeconómica y regulatoria.
A eso se suma la dificultad de garantizar contratos de compra a largo plazo y los altos costos globales del hidrógeno verde, que aún afectan la maduración del mercado.
Río Negro se posiciona como motor del cambio
La iniciativa legislativa busca revertir esta situación y posicionar a la provincia como referente nacional e internacional en energías limpias.
En la visión de sus impulsores, el hidrógeno verde no solo representa una oportunidad ambiental, sino también una vía para generar empleo, infraestructura y exportaciones de alto valor agregado.
Con recursos naturales excepcionales, un régimen de promoción específico y la voluntad política de atraer inversiones, Río Negro se proyecta como protagonista en el mapa energético del futuro.
Pero para que el sueño deje de ser solo una promesa, Argentina deberá acompañar con reglas claras, estabilidad económica y una hoja de ruta firme hacia la descarbonización.