Por Redacción Argenports.com
El Centro Naval de Buenos Aires fue escenario de la conmemoración del Día de la Industria Naval Argentina, una cita que volvió a poner en primer plano los desafíos y oportunidades de un sector clave para el desarrollo económico, el empleo calificado y la soberanía del país.
El acto, organizado de manera conjunta por la Federación de la Industria Naval Argentina (FINA) y la Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN), reunió a empresarios, dirigentes gremiales, autoridades nacionales y provinciales, representantes de la Armada y Prefectura Naval, así como referentes académicos y profesionales.
Participación de autoridades y referentes
Entre los asistentes se destacaron el presidente de ABIN, Marcelo Domínguez; el titular de FINA, Marcos de Monte; el secretario general del Sindicato Argentino de Obreros Navales (SAON), Juan Speroni; el subsecretario de Gestión Productiva de la Nación, Javier Cardini; la subsecretaria bonaerense de Industria y Pymes, Mariela Bembi; y el subsecretario de Asuntos Portuarios de la provincia, Juan Cruz Lucero.
También participaron el decano de la Facultad de Ingeniería de la UBA, Alejandro Martínez; el director general del Material de la Armada Argentina, contraalmirante Carlos Gabriel Fúnes; y el director de la Policía de Seguridad de la Navegación y de Protección Ambiental, prefecto mayor Luis Alberto Gularte, entre otras autoridades.

Llamado a políticas de Estado
Durante la ceremonia, Marcelo Domínguez agradeció el apoyo de los socios de ABIN y destacó la importancia de reflexionar “en momentos de cambios y turbulencias” sobre el país que se quiere construir.
“La industria naval no es solo construcción de barcos ni una actividad meramente metalmecánica. Es el corazón de un ecosistema productivo que impulsa puertos, comercio, logística, empleo calificado, federalismo y soberanía”, remarcó.
Domínguez subrayó la necesidad de un Estado presente y de un marco normativo que otorgue previsibilidad a los astilleros argentinos, frente a políticas de desregulación que, según dijo, han frenado su desarrollo.
En ese sentido, recordó la propuesta de consenso presentada en 2020 para que la importación de barcos usados sea considerada una excepción temporal, sujeta a compromisos de construcción en astilleros nacionales. También instó a “revertir la fragmentación actual” y a diseñar un modelo integral que vincule la industria naval con una marina mercante nacional fuerte, poniendo como eje estratégico la vía navegable troncal y el canal Magdalena.

Críticas a la importación de barcos usados
Por su parte, Marcos de Monte, presidente de FINA, coincidió en la necesidad de unidad y advirtió sobre las consecuencias del decreto 273/2025, que habilitó la importación irrestricta de embarcaciones usadas.
“Esta situación genera un riesgo latente e innecesario para la seguridad marítima y especialmente para sus tripulaciones. Convocamos a las autoridades a revisar esta medida a la luz de las enseñanzas del pasado”, expresó.
También alertó sobre otros obstáculos que afectan a la actividad, como trámites burocráticos excesivos, alta presión tributaria y costos laborales que restan competitividad. “Nos hemos convertido en un país que exporta ineficiencias y cargas tributarias. Si no lo corregimos, quedaremos fuera de los mercados globales y regionales”, señaló.
Compromiso bonaerense con el sector
Desde el gobierno bonaerense, Juan Cruz Lucero destacó el rol estratégico de la provincia en la industria naval y llamó a “planificar un proyecto productivo que potencie la producción de los astilleros y permita la recuperación de la marina mercante”.
A su turno, Mariela Bembi sostuvo que “la industria naval es una piedra fundamental, pero el sector privado solo no puede y el Estado solo tampoco puede. Necesitamos que Argentina vuelva a tener un modelo productivo y de desarrollo con una industria naval que impulse ese crecimiento”.
La conmemoración cerró con un mensaje común: la industria naval argentina es clave para el desarrollo económico, la defensa y la soberanía. Su consolidación depende de la articulación entre empresas, sindicatos, universidades y el Estado para generar políticas estables que fortalezcan la producción local y devuelvan protagonismo a la marina mercante nacional.