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Por Juan Carlos Donato (*)
(*) Consultor en ecosistemas portuarios. Ex Coordinador de Puertos de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación.
En estos tiempos son muy pocos los armadores (propietarios de barcos) mercantes que registran sus buques en sus países de procedencia. Según los informes de la UNCTAD (sigla en inglés) de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, los 10 países más importantes del mundo en cuanto a la bandera de conveniencias son: Liberia (que en 2023 subió al podio), Panamá, Islas Marchal, Hong Kong, Singapur, Malta, Grecia, Chipre, Bahamas y Alemania (Segundo registro – GIS), entre unos 40 a nivel global.
En los albores de los 90, los países con mayores matrículas de buques comenzaron a experimentar con segundos registros para frenar el éxodo de barcos mercantes, que hoy ya no dan respuesta ante la proliferación de países “Estado de Abanderamiento”, en cualquier punto del planeta que ofrecen beneficios fiscales, difíciles de igualar, en algunos casos son países vecinos como España y Portugal en Europa o Argentina y Paraguay en Sudamérica.
Mensualmente vemos títulos en medios de prensa que reflejan esta creciente problemática, pero el registro de Islas Vanuatu, en Polinesia, es un verdadero living case y enciende alarmas en la Organización Marítima Internacional (OMI) o en la ITF (sigla en inglés) de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte, ese país permite registrar buques mercantes sin motor, y con tripulantes enrolados en un esquema salarial con ingresos de USD 15 diarios, que también permite subir a los barcos a los denominados aprendices que a veces deben pagar para poder embarcar y hacer experiencia.
Estas asimetrías que algunos países alientan para captar buques e incrementar su registros, es un negocio para pocos que está generando otro grave problema, además de la precarización laboral, la flexibilización de controles ambientales, de hecho la UNCTAD en su informe “Revisión del Transporte Marítimo 2023: Ficha Regional: América Latina y el Caribe”, puntos 8 y 9, refiere que En 2022, los buques con pabellón de Liberia, Panamá e Islas Marshall (los tres principales pabellones del mundo por tonelaje y número de buques) fueron responsables de más de un tercio de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y que los buques de pabellón panameño son responsables del segundo mayor volumen de emisiones de CO2, si se mide exclusivamente por las principales banderas de registro.
En la ONU ya se habla de asumir el desafío y comenzar a tratar en sus comisiones con los países marítimos referentes, la búsqueda de esquemas que permitan el retorno de los buques a sus registros originales para que se pueda lograr una labor de supervisión más amplia y efectiva en el cumplimiento de protocolos ambientales, en función del consumo de combustible de los buques, mediante notificaciones fehacientes con trazabilidad comprobable.
Tarea para los adormecidos Subgrupo de trabajo N 5 - Transportes- Mercosur y Comité Intergubernamental de la Hidrovía Paraguay Paraná que discuten mucho sobre peajes o cuestiones que deben hacerse entre corporaciones y no sobre estos temas medulares. Sería saludable que los presidentes de los Países Mercosur los incorporaren a la agenda de la próxima reunión.