Zona costera en el área de Río Grande, provincia de Tierra de Fuego. Foto Facundo Santana / findelmundo.tur.ar
Pese a que el gobierno nacional se había comprometido en impedir la instalación de una base del régimen chino en el sur argentino -argumentando cuestiones de soberanía- Tierra del Fuego avanza en la construcción de un “puerto multipropósito” en Río Grande.
La empresa de Beijing que -en principio- está detrás del ambicioso plan es China Shaanxi Chemical Industry Group, que además se comprometió a instalar una planta química y una central eléctrica en el mismo lugar.
Sin embargo, fuentes del sector aseguraron que resulta difícil de creer que una empresa química como aquella se dedique a la construcción de un puerto y que en cambio esa tarea estaría delegada a otro gigante controlado por el régimen: HydroChina Corp.
“Esta empresa controlada por supuesto por el Estado chino, está representada en Argentina por Shuiping Tu, un burócrata del Partido Comunista Chino”, señaló un especialista con acceso a información sensible sobre el proyecto, en estricto off the record.
Buque pesquero en Ushuaia. Foto: Franco Fafasuli.
“Bajo la excusa de un puerto, en realidad lo que China busca es construir una base naval con un muelle y salida al mar. Esto le permitirá a Beijing una puerta de entrada a la Antártida. También podrá monitorear el paso entre los océanos Atlántico y Pacífico, y las comunicaciones en todo el hemisferio”, agregó.
El documento fue firmado el pasado 7 de diciembre por el gobernador provincial Gustavo Melella.
En definitiva, la agenda de China en la Argentina no deja de actualizarse y los planes a largo plazo de la potencia oriental siguen prolongándose a través de los años.
Al pacto abrochado con la gobernación fueguina sólo le falta un aval de la legislatura provincial para regir por completo. China asegura que invertirá al menos 1.250 millones de dólares para llevar a cabo todo el emprendimiento.
En concreto, el proyecto propone "la construcción de un proyecto con una capacidad anual de 600.000 toneladas de amoníaco sintético y 900.000 toneladas de urea, más la construcción de una terminal portuaria multipropósito con recinto interno (que permita el amarre de embarcaciones de 20.000 toneladas) y una central eléctrica de 100 MW".
"El puerto y la central eléctrica servirán para cubrir las necesidades locales además de abastecer al propio proyecto", se informó de forma oficial en Tierra del Fuego.
El avance de este emprendimiento encendió las alarmas a principios de este mes tras las versiones de que China aprovecharía esta inversión para montar una base naval en la provincia fueguina.
Dada esta presunción, el gobernador local Gustavo Melella salió a negar esa posibilidad y también las observaciones respecto de un potencial interés chino por hacer pie en la Antártida argentina.
Sin embargo, en el último tramo de 2022 trascendió que la potencia consiguió agilizar los planes para construir una base en Ushuaia. Las instalaciones serían de uso exclusivo para el personal militar chino, y entre otras opciones de funcionamiento podría controlar el paso entre los océanos Atlántico y Pacífico, además del monitoreo de las comunicaciones en todo el hemisferio.
El memorándum definido para Tierra del Fuego resultó firmado por la Gobernación y la firma Shaanxi Chemical Industry Group. En el texto acordado, la empresa asiática se compromete a "impulsar activamente a las empresas chinas a invertir en Tierra del Fuego, sumar a la fortaleza en materia científica y tecnológica, esforzase por aumentar el valor agregado a los recursos energéticos locales, contribuyente al desarrollo económico de Tierra del Fuego".
El pacto establecido es por tres años con renovación automática por un período similar salvo una de las partes comunique la decisión de no seguir con el acuerdo.
Pero más allá de esta producción, lo que más interés provoca en el régimen es cumplir con el sueño de contar con un puerto propio en la región más austral del planeta que en un futuro podría considerar como una puerta de entrada a la Antártida.
Es por eso que el régimen se enfocará particularmente en levantar “una terminal portuaria multipropósito con recinto interno que permita el amarre de embarcaciones de 20 mil toneladas”.
Otra persona con conocimiento en el funcionamiento de puertos también se refirió al hecho y fue contundente sobre el “plan comercial” de China que promueve tanto el gobernador como el embajador argentino en Beijing, Sabino Vaca Narvaja.
“Hacer un puerto en Tierra del Fuego no es rentable. No hay volumen, no hay escala, ni hay probabilidad de hacer una inversión que lo justifique”, indicó en reserva la fuente.
Otro protagonista de los puertos nacionales aclara para que no queden dudas: “Los representantes chinos nunca quieren ganar plata. Siempre tienen un objetivo político”.
En el memorándum también queda claro que el “puerto multipropósito” de China será lo primero que se construirá, ya que “servirá para cubrir las necesidades locales y abastecer el propio proyecto”.
Ciudad y puerto de Ushuaia. Foto: Franco Fafasuli.
Tanto interés despierta en Beijing la instalación de una base en Tierra del Fuego que hasta el propio embajador chino en Buenos Aires, Zou Xiaoli presionó al gobernador para que intercediera ante la Justicia local por las trabas jurídicas que impedían que se pusiera en marcha el proyecto.
Melella aseguró además que se pondría al frente para “completar las aprobaciones del proyecto a la mayor brevedad”.
China Shaanxi Chemical Industry Group, en tanto, cumplirá con una doble misión: construir la base para buques de hasta 20 mil toneladas e “impulsar activamente a las empresas chinas a invertir en Tierra del Fuego” e “implementar la nueva filosofía corporativa de protección ambiental”.
A diversos actores de la industria portuaria les llamó la atención que el jefe del Ejecutivo provincial impulse un nuevo puerto en aquella ciudad teniendo en cuenta que ya hay uno del sector privado -con capitales argentinos y financiación extranjera- en marcha.
Fuentes: Iprofesional e Infobae.