La nueva operatoria permitirá superar algunas de las limitaciones existentes.
Redacción Argenports.com
La fórmula es sencilla, pero no por eso menos relevante.
EL puerto de Santa Fe apunta a triplicar el volumen de los embarques en la Terminal de Agrograneles mediante la suma de un amarradero fluvial de barcazas en el kilómetro 581, fuera del canal de acceso, es decir, sobre el río Paraná.
“Como nuestro Canal de Acceso no permite el ingreso de convoyes de mucha cantidad de barcazas, este amarradero ahora posibilitará que queden en espera convoyes más grandes para que nuestras cargas puedan llegar hasta 24 barcazas”, explicó Carlos Arese, presidente del ente portuario.
“Entonces –agregó--, si hoy en cada embarque sale alrededor de 6 mil toneladas, con esta nueva realidad nuestras cargas se incrementarán considerablemente permitiendo cargar unas 18 mil toneladas por embarque”.
Este nuevo mecanismo operativo fue posible gracias a un permiso rubricado por el subsecretario de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante de la Nación, Leonardo Cabrera, y a la certeza de que las condiciones de seguridad para la navegación estám garantizadas.
“Últimamente estamos dando buenas noticias en cuanto a los embarques y a las posibilidades de sacar contenedores a través de un convenio que firmamos con el puerto de La Plata, pero esto que logramos ahora es una noticia muy buena porque mejora la operatividad del puerto. Hemos recibido la aprobación del funcionamiento de un amarradero en la isla, antes del Canal de Acceso al puerto”, puntualizó Arese.
Por su posición geográfica en la hidrovía Paraná – Paraguay y Alto Paraná, el Puerto de Santa Fe tiene una ubicación estratégica.
No obstante, sus instalaciones son limitadas en dimensiones y equipamiento, en particular su terminal de carga granelera para buques ultramarinos.
Además, presenta altos costos de mantenimiento del canal de acceso por la permanente necesidad de dragado y requiere un uso frecuente de remolques de maniobras.
Incluso, su escasa posibilidad de crecimiento, ocasionada por la cercanía de la ciudad, constituye una de las mayores trabas para su desarrollo.
Estos problemas indujeron al Gobierno de la Provincia de Santa Fe a pensar en puntos alternativos de ubicación, más cercanos a la vía troncal del río Paraná, para trasladar el puerto.
De todas formas, apelando a todos los recursos disponibles, el año pasado se inició un proceso de recuperación, tras décadas de inactividad, con 23 embarques concretados.