Por Redacción Argenports.com
Las empresas pesqueras han iniciado conversaciones con tripulaciones y sindicatos para discutir ajustes en el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT), en un contexto de rentabilidad negativa del 15% y altos costos operativos.
Factores de la crisis
El informe que fundamenta la discusión señala diversos factores que afectan la rentabilidad del sector:
Competencia internacional: El langostino de cultivo “vannamei” y cambios en los hábitos de consumo, especialmente en España.
Condiciones financieras: Depreciación de monedas en mercados clave y acumulación de stock por baja demanda.
Intervención estatal: Retenciones a la exportación, impuestos y aumento en tasas municipales.
Costos operativos: Incremento en costos portuarios, servicios y salarios de la tripulación.
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Análisis de costos y rentabilidad
El informe, dado a conocer por el medio Revista Puerto, detalla que el precio del langostino entero en 2024 se ubicó en 5.720 dólares por tonelada, con ingresos netos de 5.802 dólares tras reintegros.
Sin embargo, los costos de producción alcanzan los 6.308 dólares por tonelada, superando en 8% el valor de venta.
A esto se suman impuestos y derechos de extracción, elevando el costo total a 6.695 dólares, generando una rentabilidad negativa del 15,4%.
El principal factor de costo es la masa salarial, que representa el 59% de los ingresos y el 54% de los costos directos.
Le siguen el combustible (11% de los ingresos y 10% de los costos).
Además, el informe destaca que el salario básico de navegación ha crecido por encima del IPC y el dólar exportador, lo que impacta la rentabilidad.
Impacto en la actividad y posibles medidas
Ante este escenario, las empresas advierten que, sin una revisión del convenio, la cantidad de mareas por buque podría reducirse de 10 a 4 anuales, afectando en un 60% los ingresos de los tripulantes y reduciendo la rotación de personal.
También plantean la posibilidad de automatizar procesos en los buques, como ocurre en la flota merlucera.
El debate se centra en la necesidad de consensuar ajustes en los valores y modalidades de liquidación del convenio, para evitar una caída abrupta en la actividad y garantizar la ocupación plena en el sector langostinero.