Por Redacción Argenports.com
La bajante del río Paraná continúa afectando a la región y no se espera una recuperación sostenida en el corto plazo.
El Instituto Nacional del Agua advirtió que el caudal seguirá por debajo de los niveles normales durante el otoño y posiblemente también en el invierno.
El lunes pasado la altura en el puerto de la ciudad de Paraná se ubicó en 1,17 metros, según los registros de la Prefectura Naval Argentina.
Aunque el río mostró una leve crecida de 10 centímetros respecto a la semana anterior, especialistas anticipan que esta mejora es transitoria.
Causas de la bajante: seis años de lluvias por debajo de lo normal
Juan Borus, especialista del Instituto Nacional del Agua (INA), explicó que la bajante actual está relacionada con un ciclo prolongado de precipitaciones deficitarias que afecta principalmente a la cuenca alta del Paraná, ubicada en Brasil.
“No hemos salido todavía del ciclo predominante de sequía”, afirmó, destacando que la mayor parte del caudal del río se origina en esa región.

Sin lluvias en la cuenca alta, no habrá recuperación sostenida
Aunque las lluvias locales en provincias como Entre Ríos o Santa Fe pueden generar recuperaciones momentáneas, Borus advirtió que la clave está en las precipitaciones sobre el este de Paraguay, Misiones y el sur de Brasil.
Sin lluvias constantes en esas zonas, no hay posibilidades de una recuperación estable del río Paraná.
“El río permanecerá en niveles bajos durante lo que resta del otoño y, probablemente, buena parte del invierno”, sostuvo Borus, descartando mejoras significativas en el corto plazo.
Efectos y oscilaciones bruscas por la bajante
El técnico del INA también explicó que los bajos niveles del río generan oscilaciones bruscas de hasta 10 o 15 centímetros en cuestión de horas, algo que no suele ocurrir cuando el río se encuentra dentro de su rango medio.
“Cualquier pulso de agua es más notorio durante la bajante”, señaló, en declaraciones al medio El Once.
El rol limitado de las represas
Consultado sobre el papel de las represas en la cuenca alta, Borus aclaró que su función principal es la generación de energía y que no están diseñadas para regular el caudal a largo plazo.
“Atenúan las grandes crecidas y también las grandes bajantes, pero tienen un límite, sobre todo después de tantos años de lluvias escasas”, concluyó.