Por Redacción Argenports.com
Mientras Berlín caía en abril de 1945, un cable secreto desde Alemania ordenaba preparar la llegada de un submarino a las costas de Quequén para fines de julio. La nave, según los indicios, nunca se rindió y terminó hundida en el Atlántico sur.
El episodio, rodeado de rumores sobre la huida de jerarcas nazis hacia Sudamérica, permaneció durante décadas envuelto en silencio y versiones encontradas.

Documentos de época que confirmaron la presencia del sumergible en la costa bonaerense.
Las rendiciones de Mar del Plata
Ese mismo año, Argentina fue escenario de dos rendiciones oficiales. El 10 de julio de 1945, el U‑530, al mando de Otto Wermuth, se entregó en la Base Naval Mar del Plata. Semanas después, el U‑977, dirigido por Heinz Schäffer, hizo lo propio el 17 de agosto.
Ambos hechos demostraron que submarinos alemanes habían seguido operando en el Atlántico tras la rendición del Tercer Reich, y reforzaron la sospecha de que otros U‑Boote habían buscado refugio en la región.

Mar del Plata recibió en 1945 la rendición de dos submarinos alemanes, en un hecho histórico para la Armada Argentina.
El hallazgo en Quequén
A pocos kilómetros de Mar del Plata, pescadores y buzos de Quequén comenzaron a hablar de restos metálicos en el lecho marino que no correspondían a embarcaciones locales.
En 2021, el grupo Eslabón Perdido, liderado por el investigador Abel Basti, recopiló testimonios de vecinos y documentos que mencionaban huellas de camiones saliendo del mar y movimientos inusuales en la zona en los meses posteriores al fin de la guerra.
Investigaciones y pruebas técnicas
En 2022, la Prefectura Naval Argentina intervino con un ROV y buzos tácticos. A 4 kilómetros de Quequén y a 28 metros de profundidad, hallaron una estructura metálica de unos 80 metros de largo.
Posteriormente, según señala Román Lejtman en Infobae, los ingenieros navales Juan Martín Canevaro y Andrés Cuidet identificaron rasgos típicos de un U‑Boot: torreta, periscopio, escotillas diagonales y bitas retráctiles.

Arriba, imagen de un submarino alemán tipo IX tras la Segunda Guerra Mundial, y abajo, imagen tomada por Prefectura compatible con un periscopio, tomada a 27 metros de profundidad, frente a Necochea.

El informe fue remitido a la Liga Naval Italiana, cuyo perito Fabio Bisciotti concluyó con un 90 % de certeza que se trataba de un submarino nazi tipo VII o IX, hundido deliberadamente para borrar huellas.

Arriba, escotilla para torpedos en un submarino alemán de la II Guerra, y abajo, imagen tomada por Prefectura frente a Necochea.


Escotilla de un submarino alemán (arriba) e imagen tomada en Quequén (abajo).


Cubierta de un submarino alemán (arriba) e imagen tomada por Prefectura (abajo).

Un caso abierto
Aunque no existe confirmación oficial de Alemania o Argentina, las nuevas imágenes obtenidas en 2024 muestran con más claridad la estructura.
Sin embargo, el hallazgo se complicó: toneladas de chatarra fueron arrojadas sobre el pecio, lo que generó sospechas de sabotaje para impedir la identificación final.
Hoy, el misterio sigue sin resolverse por completo. El submarino permanece en silencio bajo el mar de Quequén, pero las pruebas acumuladas lo ubican como uno de los capítulos más intrigantes de la posguerra en Argentina.