Por Redacción Argenports.com
La industria marítima global vive desde hoy un momento clave: tras 16 años de negociaciones, entra en vigencia el Convenio Internacional de Hong Kong para el Reciclaje Seguro y Ambientalmente Racional de los Buques.
Se trata de una normativa impulsada por la Organización Marítima Internacional (OMI) que busca ordenar y profesionalizar el proceso de desguace de buques a nivel mundial, asegurando estándares de seguridad, salud y protección ambiental.
Qué establece el Convenio de Hong Kong
El tratado exige que todos los buques cuenten con un Inventario de Materiales Peligrosos a bordo y que solo puedan ser desmantelados en astilleros certificados que cumplan con un Plan de Reciclaje específico.

Los países firmantes deberán garantizar que las instalaciones bajo su jurisdicción operen bajo estos estándares.
Adoptado en 2009, el convenio solo entra en vigor ahora porque recién en 2023 se alcanzaron los requisitos mínimos: adhesión de al menos 15 países que representen el 40 % del tonelaje de la flota mercante mundial y al menos el 3 % de la capacidad de reciclaje global.
Qué países adhirieron al convenio
Hasta la fecha, 24 países se sumaron, incluyendo potencias del sector como Panamá, Liberia, Japón y las Islas Marshall (grandes estados de abanderamiento), así como los principales centros de reciclaje: India, Turquía, Bangladesh y Pakistán. Entre todos representan el 57,15 % del tonelaje marítimo mundial.

Avance desigual en Asia del Sur
Según datos de BIMCO, India ya cuenta con 110 astilleros certificados bajo el convenio. Turquía tiene 11, mientras que en Bangladesh hay solo 10 (aunque podrían ser 14 en breve) y Pakistán aún no cuenta con ningún astillero apto.
No obstante, el gobierno de Pakistán aprobó una inversión de 43 millones de dólares para modernizar el centro de desguace de Gadani.
Reacciones en el sector marítimo
Desde la OMI celebran el logro como un “hito fundamental” para lograr una industria más segura y sustentable. También lo valoran positivamente la Cámara Naviera Internacional y los Armadores Europeos (ECSA), que destacan la cooperación multilateral como herramienta clave.
Sin embargo, desde la ONG Shipbreaking Platform cuestionan que el tratado permita aún el desguace en marismas, práctica común en Bangladesh o India. Advierten que el convenio no impide violaciones laborales y ambientales y que deja demasiada responsabilidad en manos de los Estados del pabellón.
Qué cambia para los armadores y operadores
Los buques destinados al desguace deberán tener su inventario de materiales actualizado y solo podrán entregarse a astilleros autorizados.
Esto implica cambios logísticos, económicos y operativos para las compañías navieras, que deberán ajustar sus procesos de retiro de flota a estándares más exigentes.

La entrada en vigor también abre oportunidades para astilleros que busquen certificarse y captar mayor volumen de unidades. Se estima que más de 15.000 buques serán reciclados en la próxima década.
Datos clave del reciclaje en 2025
Clarksons Research informó que en lo que va del año se reciclaron 4,9 millones de toneladas de peso muerto (TPM), un 12 % más que en 2024. Las ventas de buques gaseros para reciclaje crecieron 106 %, mientras que el desguace de portacontenedores cayó 95 % respecto al promedio de los últimos diez años.
Aunque el convenio es un paso positivo, expertos señalan que falta armonizarlo con otras regulaciones como el Convenio de Basilea o las normas de la Unión Europea. Hasta que haya compatibilidad total, las navieras seguirán enfrentando un entorno legal fragmentado y complejo.
El Convenio de Hong Kong busca poner fin a décadas de prácticas riesgosas en el reciclaje naval. Su entrada en vigor marca un antes y un después en el comercio marítimo global.
El desafío será implementar efectivamente los estándares y cerrar las brechas que aún existen, especialmente en Asia. Para los armadores, el camino es claro: adaptarse o quedar fuera de un sistema cada vez más regulado y exigente.