Buque ecológico Afonso de Abuquerque, conocido internacionalmente por ser la primera draga del mundo que cumple con las normas medioambientales más estrictas –como las Euro V-.
“Ser un aliado estratégico para desarrollar el enorme potencial de Uruguay y Sudamérica”, es la consigna de la compañía, fundada en 1938 y que se presenta como líder mundial en obras de dragado, marítimas y portuarias.
Con ese foco, Jan de Nul tuvo una destacada presencia en el reciente Encuentro de Protagonistas 2022 realizado en Montevideo donde se reunieron las principales compañías del sector logístico y actores vinculados a la cadena de abastecimiento.
La convención fue ocasión para que Jan De Nul desplegara su capacidad técnica y equipos de última generación, demostrando su experiencia en el desarrollo de proyectos de gran envergadura, con especialización en servicios offshore, marítimos, medioambientales y civiles.
Estas características posicionan a la compañía como un socio clave para el crecimiento de los países donde tiene presencia, aseguran desde Jan de Nul.
Ese compromiso se extiende a la región desde hace varias décadas.
La compañía belga tiene una trayectoria de 30 años de trabajo en la Hidrovía Paraná-Paraguay, una de las obras de infraestructura más importantes del mundo. Esta ruta fluvial de más de 3.400 kilómetros de largo permite la navegación continua entre los puertos de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
En el mercado local, Jan de Nul ha participado de obras relevantes como el dragado en el canal de acceso al Puerto de Montevideo y la realización de la trinchera del gasoducto Cruz del Sur.
Otro hito es el desarrollo del proyecto Katoen Natie en la terminal Cuenca del Plata para el relleno y nivelación del terreno necesario para la construcción de una terminal de contenedores. Allí destaca el uso de dos dragas que lograron más de 2 millones de metros cúbicos (m3) refulados.
Por otra parte, la empresa menciona como un trabajo importante dentro de su trayectoria en el país, el soporte que brinda desde 2016 a la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU).
Esto se ha traducido en tareas como el dragado de los pasos Casablanca y Montaña, y en las tareas de profundización y mantenimiento con cuatro dragas de succión, que lograron 8 millones m3.
Actualmente, Jan de Nul participa del proyecto Taurus-UPM, desarrollado en dos fases: primero, en el relleno, y ahora en la profundización del nuevo muelle del Puerto de Montevideo.
Para acometer estos trabajos, la compañía trajo tecnología de punta que incluye una draga excavadora, dragas de succión -entre ellas el buque ecológico Afonso de Abuquerque- y barcazas. Como resultado, ya se dragaron más de 1,2 millones de m3.
Este tipo de obras de mejora en la infraestructura portuaria y marítima son fundamentales para el desarrollo y crecimiento del país y de la región, conectándolos con las oportunidades que presenta el mundo, dicen en la empresa.
De cara al futuro, Jan De Nul apuesta a acompañar el desafío hacia la transformación energética, uno de los grandes retos globales.
Este aspecto cobra aún mayor protagonismo ya que para el 2040 se estima que la demanda mundial de energía se habrá incrementado un 30%.
En ese sentido, la compañía se coloca como un referente tanto a nivel mundial como local para la industria energética.
Desde Jan de Nul entienden que diversificar la matriz energética uruguaya será un gran desafío que exigirá evaluar diversas variantes, desde la instalación de estructuras offshore en alta mar, intervenciones en los fondos marinos, construcción de parques de energía eólica, solar, conectar cables submarinos y umbilicales, combinando obras de hidrogeología y tecnología ambiental, entre otras posibilidades en las que la compañía tiene amplio expertise.
Para el grupo internacional belga, Sudamérica tiene un enorme potencial para ser protagonista de este desafío de escala global y producir las energías limpias que el mundo necesita.
Las credenciales del grupo belga son de escala mundial, sus proyectos combinan innovación, sustentabilidad, tecnología y eficiencia.
Ejemplo de ello es la instalación de cables submarinos en Abu Dhabi, el montado de parques eólicos en Taiwán, EE.UU., Dinamarca y Bélgica, entre otros; la colocación de un oleoducto submarino en Taiwán y en Argentina, la instalación de tuberías y cables en las reservas offshore de gas y condensados en Tierra del Fuego y colaboración para potenciar el proyecto energético Vaca Muerta.
Fuente: El País