Por Redacción Argenports.com
El Senado de la Nación derogó el DNU 340/25, norma del Poder Ejecutivo que pretendía desregular la Marina Mercante, abrir el cabotaje a buques extranjeros y limitar derechos laborales en el sector.
En ese marco, el subsecretario bonaerense de Asuntos Portuarios, Juan Cruz Lucero, advirtió que la medida significaba una amenaza directa para el trabajo nacional y la soberanía argentina.
“La Marina Mercante es fundamental para el desarrollo del país y no puede quedar a merced de flotas extranjeras”, remarcó.
Una medida cuestionada
Según el funcionario, el decreto permitía que embarcaciones de bandera extranjera participaran en el comercio interno argentino, reduciendo la participación de la flota local y debilitando a los astilleros y trabajadores navales.
Para Lucero, el modelo “implicaba desindustrializar al sector marítimo-fluvial, generar pérdida de empleo y resignar la capacidad de decisión sobre nuestros ríos y mares”.
El 95% del comercio exterior viaja por mar
Luego recordó que casi todo el comercio exterior argentino se transporta por vía marítima, por lo que resulta estratégico mantener y fortalecer una flota nacional propia.
“Quien controla las vías navegables, controla parte del rumbo económico de la Argentina. Por eso defendemos una Marina Mercante nacional fuerte y con trabajo argentino”, subrayó.
Triunfo para el sector naval
La derogación del DNU fue celebrada por gremios marítimos, astilleros y sectores productivos vinculados al comercio exterior, que ven en la decisión una garantía de continuidad para el cabotaje con bandera argentina.
Con este revés legislativo, el gobierno de Milei pierde una de sus iniciativas más resistidas, mientras el debate sobre el futuro de la Marina Mercante se instala en el centro de la agenda política y económica.