La cuestión medioambiental requiere desterrar varios mitos y el programa de visitas es un mecanismo idóneo para lograrlo. Fotos Profertil.
Por magnitud y presencia (45 mil visitantes a lo utilizaron a lo largo de 20 años), el Programa de Visitas a la planta de Profertil difícilmente reúna antecedentes similares en el país.
La iniciativa nació, como no podía ser de otra forma, un 11 de junio, fecha en la que se celebra el Día del Vecino, y apunta a mostrar a la comunidad el proceso productivo que se desarrolla en el complejo industrial ubicado en Cangrejales.
“Que las visitas prácticamente hayan nacido con Profertil demuestra que ha hubo una intención de las primeras personas que comandaban la empresa en trasparentar el accionar de la planta”, sostuvo Marcelo Bertolino, gerente de Relaciones Institucionales.
“Hay muchos mitos y para romper una eventual falta de diálogo entre la comunidad y una empresa, el programa de visitas vino a trasparentar las acciones de la empresas. Es un programa de relacionamiento, ahí está su espíritu”, agregó.
Bertolino dijo que cuando ingreso en Profertil, hace 10 años, rápidamente advirtió el desarrollo de un programa muy bien logrado, a cargo de personas con mucha formación.
“El programa se mantuvo, se fue adaptando a los tiempos y hoy es una marca registrada. Por mi experiencia de haber trabajado en compañías grandes en Buenos Aires, me atrevo a decir que debe ser uno de los programas más consolidados de la Argentina. No conozco una empresa que lo haya hecho tantos años con el profesionalismo de Profertil.
El directivo dijo que el gran desafío surgió el año pasado cuando tuvimos que cambiarlo a un formato online.
“Pero el espíritu sigue siendo el mismo y eso es lo que más rescato, porque muestra una intención desde el primer momento que se instaló en Bahía Blanca en dialogar con la comunidad. Lo pudo haber hecho bien o mal, pero la intención es una marca registrada”.
Para Viviana Ruiz, responsable del Programa de Visitas a la Planta, la iniciativa no está sólo abierta a la comunidad educativa, sino a la comunidad en general, desde niños en edad escolar hasta ancianos.
“El speach puede ser el mismo, pero no hay una visita igual a otra porque la experiencia jamás va a ser la misma. Lo que una tiene que hacer es que el mensaje lo entienda un chico de cuatro grado, un joven universitario que está a punto de recibirse se ingeniero químico o el abuelito del centro de jubilados”, explicó.
Tras señalar que tiene formación en Turismo y que anteriormente había trabajado en el Perito Moreno y en un crucero en Chile, dijo que hace 15 años se dedica a lo que denomina “turismo industrial”.
“Este trabajo llegó a mi vida junto con mi familia y tuvo que poder adaptarme con tres hijos. Pensé que no iba a poder, pero me dieron todas las posibilidades que necesité para poder hacerlo. Gracias a eso hoy esto acá”.
Ruiz dijo que a lo largo de estos 20 años pasaron por el programa más de 45 mil visitantes y desde agosto del año pasado, se registraron 1.500 visitantes en forma virtual.
“Las visitas duran 1 hora y media y hago una por día. Este año el programa continúa con la misma demanda y estamos tratando de ampliarlo llegando a las terminales del norte, a los centros de almacenamiento de San Nicolás, Necochea y Puerto General San Martín.
“Esa es la idea –continuó—, enfocarnos a ese público, que no sea sólo algo local sino que se expanda a otros puntos del país y estamos diseñando un programa enfocado a las terminales norte, sin dejar de lado lo de Bahía, donde se realiza el proceso productivo de la urea”.
En tal sentido, Ruiz dijo que se estima que a partir de julio va a estar lista esa nueva visita y luego de las vacaciones de invierno comenzarán a ser puestas en práctica.
Otro elemento importante es que universidades de distintos puntos del país recurren a este programa.
“Algunas ya venían de antes, como la de Cuyo, donde la Facultad de San Rafael enviaba todos los años a los alumnos de ingeniería química. Ahora nos estamos expandiendo y por eso decimos que el programa virtual llegó para quedarse.
“Creo –agregó— que esto va a ser mixto. Vamos a volver a la presencialidad pero la virtualidad no se va, le vamos a tener que dar la posibilidad a esas personas que están lejos a que puedan hacerlo”.
También dijo que el tema medioambiental es una constante en el 80 de las consultas realizadas durante las visitas.
“En invierno llaman la atención las torres de enfriamiento. La gente ve esas nubes blancas de vapor de agua y se preocupan. Hay muchos mitos que se tejen, muchos preguntan si el gerente vive en Sierra de la Ventana cuando en realidad viven acá, salvo el gerente general que siempre ha estado radicado en Buenos Aires”.
En su opinión el tema ambiental requiere desterrar no pocos mitos.
“Uno les explica que se cumplen las normas vigentes, las cuales son internacionales”, puntualizó.
En el mismo sentido se pronunció Valeria Caliva, a cargo de Prensa y Comunicación Institucional, quien además es vecina de la planta bahiense.
“Vivo a tres cuadras de la planta, durante 5 años me tocó hacer visitas y entendí la necesidad de brindar información. El vecino necesita información sólida, contundente y clara, bien coloquial, y de esta forma se siente seguro”.
Tras señalar que ese ha sido el espíritu de las charlas ofrecidas a un promedio de más de 2.000 personas anuales, Caliva dijo que el foco sigue estando puesto en los vecinos.
“La idea es llegar a quien vive cerca de la planta con toda la información necesaria para que sus dudas sean aclaradas y esté tranquilo”, concluyó.
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