La bajante del Paraná exige trabajos de dragado en varios pasos críticos. Foto Marine Traffic.
Por Adrián Luciani / Argenports.com
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Al menos tres dragas se encuentran trabajando para recuperar las profundidades adecuadas en distintos tramos del río Paraná.
Según pudo saber Argenports.com, en el Paraná Inferior la draga Niña opera entre el kilómetro 330 al kilómetro 344
En tanto, la Afonso de Albuquerque hace lo mismo entre el kilómetro 449 y el 452.
En el caso del Paraná Medio, la Pinta está dragando entre el kilómetro 578 y el kilómetro 584.
Los tres buques pertenecen a la empresa Jan de Nul y si bien en algún caso su labor tiene que ver con tareas habituales en la Hidrovía, en otros están relacionadas con la preocupante situación que impera en varios pasos críticos del río por la merma de caudal.
La Pinta, está posicionada ahora en la zona de la ciudad de Santa Fe.
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Foto Maxi Alonso / Marine Traffic.
Se trata de una draga de tolva que navega con bandera de Bélgica, midiendo 90 metros de eslora y 18,46 de manga.
En tanto, la Niña, que está ahora al sur de San Nicolás, donde había varado el granelero Clara Insignia, también es una draga de tolva, posee bandera de Mauricio y mide 90 metros de largo por 18,4 de ancho.
Foto Marine Traffic.
En cuanto a la Afonso de Albuquerque, que se encuentra ahora a la altura de Puerto San Martín, es una de las dragas de succión por arrastre más ecológicas del mundo por cumplir con las normas ambientales Euro V, las más estrictas del planeta.
Fue construida en 2018 y tiene bandera argentina, posee una capacidad de cántara de 3.500 m3, un peso muerto de 5.500 toneladas. Su eslora es de 89.3 metros y su manga de 22, alcanzando una profundidad máxima de dragado de 27.6 metros.
Foto Maxi Alonso / Marine Traffic.
Como informó ayer Argenports.com, la prounciada bajante del río vuelve a complicar la exportación de granos.
De hecho ya hay varios barcos cargados que se encuentran fondeados con más de 10 metros de calado y que se ven imposibilitados de navegar porque la determinante en algunos sectores es de 8,88 metros.
“Argentina no tiene facilidades para alijar esos buques y los costos serían siderales. Ahora sólo queda dragar y dragar”, señalaron las fuentes consultadas.
Al mismo tiempo, la situación seguramente hará que más buques completen bodegas en los puertos de Bahía Blanca y Quequén, o incluso también en Brasil, mientras que otros que ya tenían previsto esa tarea deban completar un tonelaje mayor.
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Después de una importante creciente que se mantuvo casi hasta finalizar la primavera de 2023, con un pico de 5,16 en el puerto de la capital provincial el 8 de diciembre, el río Paraná comenzó un descenso sostenido que se acentuó en el último mes hasta llegar a niveles similares a los que se vieron entre 2020 y 2022.
En declaraciones a Radio Plaza, que reprodujo el sitio Analisis Digital, el ingeniero del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Borus, explicó el fenómeno y admitió que “la variabilidad climática que nosotros vivimos, que es bien evidente en la región, limita mucho la capacidad de proyección certera”.
Luego dijo que se espera, al menos para los próximos meses, una situación parecida a la de 2020-2022.
“Hasta el 30 de abril, bien entrado el otoño, las lluvias estarían concentradas mayormente sobre gran parte del litoral argentino, sobre todo Entre Ríos, el sur de Corrientes y parte de la provincia de Santa Fe, al igual que el mes anterior”, señaló Borus.
De todas formas, indicó que en la parte norte de la Cuenca del Plata, formadora del caudal del río Paraná, específicamente la alta cuenca del Paraná en Brasil y la cuenca del Iguazú “posiblemente haya lluvias preponderantemente por debajo de lo normal, con lo cual esta situación de bajante que vivimos ahora, que se acentuó fuertemente en los últimos seis días, nos posiciona nuevamente en una situación parecida a la de 2020-2022, de aguas muy bajas, respondiendo a una sequía regional”.