Un nuevo video muestra la depredación de pesqueros extranjeros en el Atlántico Sur

29 marzo 2021

Pescan al borde de Zona Económica Exclusiva Argentina, en la famosa milla 201, pero el impacto de los buques chinos, taiwaneses, coreanos y españoles en el Mar Argentino es enorme.


Los buques usan luces para atraer los cardúmenes de Calamar Illex. Los ejemplares de esta especie migratoria y fotosensible se refugian de la luz debajo, precisamente, del casco de los barcos poteros, donde son capturados.


Redacción Argenports.com

   En las últimas horas acaba de ser subido a las redes sociales un nuevo video que muestra la presencia de cientos de pesqueros extranjeros dedicados a la pesca del calamar al borde de la famosa milla 201, es decir, en el límite con la Zona Económica Exclusiva de la Argentina.

   La filmación fue difundida a través de la red social Twitter por el periodista Mariano Martín, y ofrece imágenes de la espectacular concentración de pesqueros.

   No son pocas las denuncias sobre incursiones de estos buques de bandera china, taiwanesa, coreana y española en aguas nacionales, generando un perjuicio económico multimillonario en dólares.

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   Esta flota pesquera está integrada mayoritariamente por buques chinos, los cuales llegaron al Atlántico Sur a mediados de diciembre, después de actuar frente a las costas de Ecuador, Perú y Chile y cruzar por el Estrecho de Magallanes para llegar a la Argentina justo al inicio de la zafra del Calamar Illex.

   Si bien en los últimos años, la zafra del calamar se fue adelantando para intentar morigerar el impacto de la pesca de buques extranjeros, ahora, como consecuencia del protocolo frente al coronavirus, se inició a mediados de enero.

luces pesquertos mar argentino

   Pero más allá de si estos buques ingresan o no a las aguas nacionales, resulta impostergable formalizar acuerdos que permitan regular la actividad pesquera en zonas adyacentes, ya que el recurso ictícola se desplaza sin tener en cuenta las fronteras humanas.

   En tal sentido cabe recordar lo que hace años viene sosteniendo Eduardo Pucci, director ejecutivo de la Organización para la Protección de los Recursos Pesqueros del Atlántico Sur (OPRAS).

Falta una régimen de regulación en alta mar

   A su entender, la solución al problema requiere de voluntad política y de una persistente y compleja negociación internacional.

   “La nuestra es la única zona del mundo que no tiene un régimen, una regulación en alta mar. El pescado se mueve, y la biomasa argentina pasa las 200 millas hasta la zona adyacente y cuanto más se regule adentro de la Zona Económica Exclusiva argentina lo que hacemos sirve de seguro para que el que esté afuera pesque sin escrúpulos ni respeto”, argumenta.

   En el mismo sentido se ha venido expresando Milko Schvartzman, especialista en conservación marina, quien hace casi una década viene siguiendo y estudiando el desenvolvimiento de estos buques en nuestro país.

    “Uno de los problemas ambientales es que esta flota no respeta veda, no respeta tamaño ni nada. Cuando Argentina abre la temporada de calamar, a fin de enero o principios de febrero, esta flota ya está operando desde diciembre, captura calamares que a veces no llegan a la edad de reproducción y tiene un impacto terrible sobre la especie y su población”, dijo, a fines del año pasado, en diálogo con Argenports.com

   El especialista, quien entre 2011 y 2015 fue  asesor en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), dijo que el pico de barcos en la ZEE Argentina se da entre febrero y abril, aunque varía cada año, concentrando más de 500 buques.

calamar

   La actuación de esta flota genera un perjuicio económico difícil de precisar ya que los poteros que trabajan en el país (unos 70) si sus similares extranjeros lograr elevadas capturas, los precios de unos 2.800 dólares la tonelada a 2.000.

   En febrero pasado, Juan Redini, presidente de la Cámara de Armadores Poteros Argentinos (CAPA), dijo que muchos buques extranjeros operan con combustible subsidiado por el Estado y pagan unos salarios de USD 200 mensuales.

   “Para un promedio de 30 tripulantes, son unos USD 6.000 mensuales, mientras para un buque argentino descargar 700 toneladas en puerto sale $12 millones, más de USD 120.000 al tipo de cambio oficial”, precisó.

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"Los chinos vienen por nuestros recursos"

   No menos relevante en este tema resulta la opinión del doctor César Lerena, experto en Atlántico Sur y Pesca, quien asegura que un millón de toneladas anuales de captura  ilegal significan cerca de US$ 2.000 millones anuales en materia prima.

   Si se tiene en cuenta la comercialización final de esos productos, las pérdidas argentinas pueden representar alrededor de 14.000 millones de dólares anuales.

   Recordó que mientras Argentina es incapaz de controlar la pesca ilegal con buques chinos en el Atlántico Sur y favorece sus inversiones para que se lleven los recursos naturales, económicos y el trabajo del país. Uruguay facilita las operaciones de las esas embarcaciones ilegales en sus puertos y, promueve, la radicación de capitales chinos en ese país.

   “Esta República -dice el presidente Luis Lacalle Pou- puede ofrecerle a China ser el “HUB” (Centro Regional) de «entrada de sus productos y servicios a la región y su acercamiento al Mercosur”.

  “Los chinos no vienen por nuestro desarrollo regional, vienen por nuestros recursos”, denunció.