Por Redacción Argenports.com
En un movimiento que podría redefinir el futuro de los yacimientos maduros en Argentina, Quintana Energy anunció la implementación de un innovador sistema de almacenamiento subterráneo de gas natural en el yacimiento Estación Fernández Oro (EFO), ubicado en el Alto Valle rionegrino.
El objetivo: comprar gas en verano, almacenarlo en el subsuelo y comercializarlo durante el invierno, cuando la demanda —y el precio— se disparan.
Un modelo disruptivo que revive un campo en declive
“Es un cambio de paradigma”, afirma Carlos Gilardone, CEO de la compañía.
“Nuestro modelo es simple pero disruptivo: almacenar gas barato para venderlo cuando vale mucho más”.
La iniciativa busca convertir a EFO —un campo que hasta hace poco no era rentable bajo la gestión de YPF— en un activo estratégico con valor agregado.
Quintana Energy asumió el control del yacimiento el 1 de febrero de 2025, tras adquirirlo a través del Plan Andes, el programa con el que YPF se desprendió de áreas maduras en varias cuencas.
Desde entonces, la compañía logró reducir los costos operativos en un 23%, bajando el Opex de 18 a 14 dólares por barril equivalente, con la meta de alcanzar los 11 dólares a fin de año.
Reinyección y turboexpander: claves del nuevo modelo
El corazón del proyecto es la planta turboexpander que la firma compró junto al campo tras una ardua negociación con YPF.
Con una capacidad instalada de 4,8 millones de m³ diarios, esta planta permite separar los componentes más ricos del gas —como el propano y el butano— y es esencial para el proceso de reinyección y recuperación de líquidos en este yacimiento de gas retrógrado.
La prueba piloto prevé una capacidad de reinyección inicial de 300.000 m³ diarios, casi la mitad de la producción actual.
El gas inyectado se comportará como un “almacén subterráneo”, listo para ser extraído y vendido cuando las condiciones del mercado lo favorezcan.
“Es un doble beneficio: almacenamos gas y recuperamos riqueza líquida atrapada en el reservorio”, explica Gilardone, en declaraciones que reprodujo el diario La Mañana de Neuquén.
Inversión millonaria y respaldo internacional
El plan de desarrollo de EFO contempla una inversión total de USD 91,8 millones entre 2025 y 2031, que incluye la perforación de 12 nuevos pozos y 22 operaciones de reacondicionamiento.
La empresa ya aseguró un financiamiento de USD 30 millones por parte de Trafigura, mediante un acuerdo de prepago por entregas futuras de crudo y gas.
Este respaldo financiero permite a Quintana avanzar con una estrategia energética de largo plazo, enfocada en eficiencia operativa, recuperación de recursos y diversificación de ingresos.
EFO: de yacimiento marginal a almacén energético
Actualmente, EFO representa el 30% de la producción de gas de la provincia de Río Negro, y su transformación en almacén estratégico podría impactar de forma directa en el mercado energético argentino.
En un país donde la demanda de gas se desploma en verano y se dispara en invierno, esta solución técnica permite amortiguar la estacionalidad y evitar importaciones costosas.
Además, Quintana instalará equipos propios para generar energía eléctrica con gas del yacimiento, con vistas a inyectarla al sistema eléctrico nacional.
Proyección hacia Mendoza y Vaca Muerta
El modelo de almacenamiento desarrollado en EFO también será aplicado en Mendoza Sur, el otro clúster adquirido por la empresa, cuya operación comenzará en junio.
Allí los desafíos técnicos son mayores, pero el equipo directivo ya proyecta la reinyección como eje del negocio.
A largo plazo, Quintana apunta a replicar este sistema en Vaca Muerta, donde ya tiene compromisos de perforación para 2027 en la provincia de Mendoza.
El plan contempla un pozo vertical piloto y dos horizontales de 1500 metros para evaluar el almacenamiento de gas asociado en pozos agotados.
“La geología mendocina es una continuidad de Neuquén. Las propiedades del shale son similares. Hay muchísimo potencial”, aseguró Gilardone.
Eficiencia, tecnología y una nueva narrativa para los campos maduros
Lo que sucede hoy en Estación Fernández Oro no es solo una optimización técnica. Es una nueva narrativa energética, donde los yacimientos maduros no se abandonan, se transforman.
Donde la eficiencia operativa deja de ser un eslogan y pasa a ser un requisito de supervivencia. Y donde el gas natural, al igual que la confianza en el desarrollo energético argentino, vuelve a aflorar desde lo profundo.