Por Redacción Argenports.com
La decisión de llevar a 0% las retenciones para todos los granos y subproductos apunta a acelerar divisas en el corto plazo. La medida tiene dos llaves: vence el 31 de octubre de 2025 o cuando se alcance un tope de US$ 7.000 millones en DJVE, lo que ocurra primero.
En paralelo, el Gobierno extendió el 0% a carnes bovinas y avícolas bajo el mismo esquema temporal. Para acceder al beneficio, los exportadores deberán liquidar el 90% de las divisas dentro de 3 días hábiles de registrada la DJVE, lo que obliga a una operatoria ágil de punta a punta.

Qué cambia desde hoy
Para el complejo agroindustrial, la quita de retenciones ensancha márgenes y mejora la paridad FAS. La prioridad inmediata es registrar operaciones y programar buques, con foco en mercadería lista para embarcar. Los exportadores reordenan cupos de planta, disponibilidad de camiones y ventanas ferroviarias para entrar en slots de terminal sin fricciones.
También se reactivan mix de productos: maíz, trigo, soja y subproductos ganan atractivo, y las carnes suman volumen con contratos de despacho rápido.
Impacto portuario
En Up-River, Bahía Blanca y Quequén se espera un salto en declaraciones y un ajuste fino de la logística: coordinación camión–tren–muelle, gestión de calados, remolque y practicaje, y rotación de bodegas para sostener tiempos de estadía competitivos.

El desafío es transformar el incentivo fiscal en embarques efectivos sin cuellos de botella: calidad y humedad en graneles, estiba eficiente, y un calendario de ventanas de carga más denso durante pocas semanas.
La pesca quedó afuera y salió a reclamar
A contramano del agro, la industria pesquera no fue incluida. En cuestión de horas, cámaras del sector reclamaron retenciones cero también para langostino, calamar, merluza, conservas y harinas.
El argumento es directo: precios FOB deprimidos, costos dolarizados (combustible, insumos, repuestos) y presión fiscal que achica márgenes en un mercado internacional cada vez más competitivo.
Con ese cuadro, CAPIP (Patagonia) y CAPEAR (Mar del Plata) pidieron formalmente ser incorporadas. Además, otras entidades de la cadena vienen insistiendo en un alivio simétrico para evitar paradas de planta, pérdida de horas de mar y empleo en tierra.
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Lo que mira el mercado (y los puertos)
- Ventana temporal: la combinación fecha límite + tope de US$ 7.000 M puede concentrar embarques en pocas semanas.
- Ejecución: el requisito de liquidar 90% en 3 días empuja a una operativa exprés de DJVE, permisos y carga.
- Mix exportador: suben las chances de maíz tardío y subproductos oleaginosos en el corto plazo; las carnes aprovechan contratos ágiles.
- Costo logístico: el pico de movimientos obliga a optimizar turnos, dragado de mantenimiento y sincronización con ferrocarril para evitar esperas.
- Pesca: sin alivio fiscal, el sector advierte por menos zarpes, baja de faena y pérdida de mercados ante jugadores con precios más agresivos.
Qué puede venir
Si el agro capitaliza la ventana, habrá un salto de registros y embarques en el corto plazo, con impacto portuario visible. La discusión de mediano plazo seguirá abierta: simplificación tributaria, competencia logística, financiamiento y reglas estables para sostener volúmenes.
Del lado de la pesca, el eje es simetría: un esquema de alivio equiparable que permita defender cuota y empleo en puertos clave. El equilibrio sectorial será determinante para que el país sume divisas sin dejar rezagados.