Por Adrián Luciani / info@argenports.com
Finalmente se conocieron hoy los pliegos definitivos de la nueva licitación de la Vía Navegable Troncal lanzada por el gobierno nacional y, a partir de ellos, comienza a definirse el perfil del futuro operador del principal corredor logístico de la Argentina.
Como informó ayer Argenports.com, la convocatoria nacional e internacional fija una fecha clave: las ofertas deberán presentarse antes del 27 de febrero de 2026, a las 13, a través del portal CONTRAT.AR.
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El documento de la ANPYN establece la selección de un concesionario que asumirá la modernización, ampliación, operación y mantenimiento del dragado, redragado y señalización desde la Confluencia del Paraná hasta la Zona de Aguas Profundas del Río de la Plata exterior, bajo un esquema de obra pública por peaje, con riesgo empresario y sin aval del Estado.
Contrato de 25 años, planificación y calados de diseño
El contrato prevé una duración de 25 años, con posibilidad de prórroga limitada y con mecanismos de revisión que permitirán ajustar condiciones ante nuevas etapas de obra, exigencias operativas o avances tecnológicos.
El objetivo no es solo sostener el esquema actual, sino consolidar un marco que permita proyectar la vía hacia mayores niveles de competitividad.
En materia de calados, el pliego trabaja expresamente sobre valores de referencia en pies. Para determinados tramos establece un calado de referencia de 15 pies.
Para la sección Timbúes – Océano fija un calado de diseño de 34 pies y para el tramo Timbúes – Santa Fe un calado de diseño de 15 pies.

Además, reconoce antecedentes de profundización histórica, como los esquemas 34/25 pies y posteriormente 36/28 pies, lo que muestra la evolución técnica de la vía.
Sobre esa base, el concesionario deberá garantizar el mantenimiento permanente de los canales, con dragado y redragado organizado en etapas operativas continuas.
A su vez, el pliego deja abierta la posibilidad de avanzar en profundizaciones futuras, siempre condicionadas a evaluaciones técnicas y ambientales.
Esto incluye estudios de suelos, corrientes, sedimentación, comportamiento de bancos de arena, definición de zonas de vuelco y hasta análisis de eventuales ajustes de traza cuando resulte necesario.
Sobre el río Paraná Guazú
El pliego también deja expresamente definido el alcance geográfico y operativo de la concesión dentro del sistema del río Paraná, e incluye de manera directa al Paraná Guazú como parte de la Vía Navegable Troncal.

El tramo figura junto al Paraná de las Palmas, el Paraná Bravo y el Talavera como rutas contempladas dentro del contrato, tanto desde el punto de vista operativo como tarifario, lo que consolida su rol dentro de la estructura de navegación del sistema.
Además, el Paraná Guazú aparece mencionado en los análisis técnicos y económicos vinculados a escenarios de dragado y profundización, inclusive en estudios asociados al Delta Bravo – Guazú – Talavera, donde se lo considera dentro de los esquemas de costos y de planificación futura.
Esto confirma que no se trata de un corredor accesorio, sino de un componente estratégico de la vía, incorporado de manera plena al esquema técnico, ambiental y de gestión que deberán asumir los futuros operadores.
Tarifas, peaje y relación directa con el calado
El documento también establece lineamientos del régimen tarifario. Fija una tarifa básica referencial máxima de 4,39 dólares por tonelada de registro neto para el transporte internacional.

La tarifa está compuesta por dos componentes principales, vinculados al dragado y al balizamiento, y contempla además un factor de corrección por calado, que relaciona el diseño del canal, el calado operativo del buque y la utilización real de la vía.
Esto implica que el esquema reconoce técnicamente la incidencia del calado en el uso del sistema, algo clave en una vía navegable por la que transitan buques de gran porte vinculados al comercio exterior argentino.
Balizamiento, tecnología y sistemas de monitoreo
Otro eje fundamental del pliego es el sistema de señalización. El concesionario deberá operar y mantener el balizamiento de la Vía Navegable Troncal con funcionamiento continuo, incorporar tecnología moderna, sostener estaciones de monitoreo y equipamiento técnico especializado para la medición y supervisión de parámetros operativos.
Entre las obligaciones aparecen sistemas de monitoreo remoto, estaciones base, red hidrográfica, medición de caudales, olígrafos, información hidrológica y herramientas integradas de gestión operativa.

El sistema no se limita al dragado físico, sino que debe funcionar como una estructura tecnológica moderna capaz de gestionar en tiempo real la vía y su seguridad.
Experiencia real exigida: millones de metros cúbicos dragados y kilómetros navegables
Uno de los puntos técnicos más fuertes del pliego son los requisitos de experiencia que se exigen a los oferentes. No alcanza con capacidad financiera, hay que demostrar trayectoria real.
Para lograr las mejores calificaciones, las empresas deberán presentar antecedentes desde 2016 con volúmenes totales dragados superiores a 200 millones de metros cúbicos para alcanzar la evaluación “Excelente”. Entre 150 y 200 millones la calificación es “Muy buena”, entre 100 y 150 “Buena”, entre 50 y 100 “Básica” y por debajo de los 50 millones “Regular”.
Además, se evalúa experiencia en vías navegables similares, incluyendo longitud efectiva dragada con dragas de succión por arrastre.

Para alcanzar la máxima puntuación se exige experiencia en vías superiores a 250 kilómetros, lo que marca la necesidad de operadores de altísima escala y capacidad comprobada.
Evaluación técnica por puntaje y exigencia de equipos reales
La evaluación técnica no es declarativa, sino que otorga puntaje formal. Se analiza la memoria descriptiva del proyecto, la metodología de los trabajos, el programa operativo, las características de las dragas, el personal profesional asignado y los volúmenes previstos por zonas.
En paralelo se evalúan formalmente la organización del sistema de balizamiento, los equipos tecnológicos a utilizar, los medios humanos para su operación, los planes de monitoreo y posibles ajustes de traza.
También cuenta la capacidad del equipo directivo, la experiencia de los responsables de dragado, de balizamiento y de procesos, la estructura organizativa y la profesionalización del equipo.
Control del tráfico, facturación y operación inteligente
El pliego establece además la obligación de contar con un sistema de control del tráfico y facturación integrado, con medidas de identificación de sujetos facturables, estructura administrativa, planes de notificación y procedimientos operativos formales.

La gestión del sistema no será solamente física, sino administrativa, digital, trazable y controlada por normativa.
Respuesta obligatoria ante derrames y protocolos de emergencia
Otro aspecto técnico clave es la obligación de disponer de servicio de atención de derrames, con metodología definida, equipamiento específico y personal capacitado.
A esto se suman planes de emergencia, seguridad laboral, prevención de riesgos y organización de la prevención industrial. El pliego incorpora así un enfoque ambiental y de seguridad asociado a la operación.
Modernización tecnológica, ciberseguridad y energía
La concesión incluye la obligación de avanzar en modernización tecnológica de la Vía Navegable Troncal.
Se requiere una propuesta tecnológica concreta, sistemas digitales de gestión, herramientas de monitoreo y control y medidas de ciberseguridad obligatoria, consideradas como parte de la infraestructura crítica del sistema.
En paralelo, el pliego exige un plan de gestión ambiental que contemple medidas específicas, personal dedicado, cumplimiento normativo y reducción del uso de combustibles fósiles o incorporación de energías renovables cuando resulte viable, integrando un enfoque ambiental activo.
Bienes, equipamiento y continuidad del servicio
Los pliegos también regulan la administración de bienes afectados a la concesión.
El concesionario deberá mantenerlos operativos, actualizarlos cuando corresponda y entregarlos en condiciones al finalizar el contrato, garantizando continuidad del servicio, integralidad del sistema y seguridad de navegación.

Una hoja de ruta detallada para la vía más estratégica del país
En síntesis, los pliegos no solo definen una concesión por 25 años bajo peaje, sino que establecen un marco técnico muy exigente que combina calados definidos en pies, tarifas vinculadas al uso real de la vía, obligación de dragado permanente, fuerte componente tecnológico, monitoreo en tiempo real, respuesta ambiental, experiencia demostrable en millones de metros cúbicos dragados y kilómetros navegables, garantías operativas, planificación y marco de control.
Se trata del documento que marcará el rumbo de la Vía Navegable Troncal para las próximas décadas y que definirá qué tipo de operador gestionará la infraestructura fluvial más determinante para las exportaciones argentinas.









