“El puerto de Montevideo es más barato que el de Buenos Aires”, señala Silvia Notte.
La abogada argentina Silvia Notte, experta en comercio exterior, afirmó que el movimiento del puerto de Montevideo “es poco estresante”, porque tiene una operativa portuaria y aduanera “ágil”, “didáctica” y “amena”.
La profesional destacó que en Uruguay “hay seguridad jurídica”, mientras que en Argentina cada gobierno que asume cambia las reglas de juego y con retroactividad.
“Eso genera incertidumbre en el empresario”, explicó. Por esas razones, señaló, operadores marítimos argentinos se establecieron en el puerto de Montevideo.
Agregó que 14 firmas argentinas de distinto porte le encomendaron que tramite su instalación en la zona franca de Colonia.
-¿Cómo ve el funcionamiento del puerto de Montevideo?
-Hoy el puerto de Montevideo se volvió muy atractivo por varias situaciones. La primera es por la agilidad que tiene a nivel aduanero. También posee una característica que lo distingue. No tiene burocracia. Esa conclusión surge de una comparación con los puertos de Argentina. Tenemos (los operadores portuarios y comerciales argentinos) una cantidad de trabas: de dólar, de mercaderías, de importaciones y de exportaciones. No nos salvamos de nada. En cambio, en Uruguay, el movimiento portuario es poco estresante. Es muy didáctico y ameno. Es uno más de los elementos favorables que tiene Uruguay (en comparación con Argentina).
-Aparte del sistema aduanero, ¿qué otra ventaja le ve al puerto de Montevideo en comparación con Buenos Aires?
-Al tener un procedimiento más corto, no burocrático, eso hace que no existan costos para los operadores. En los puertos de Argentina hay gastos innecesarios para los operadores. En la mayor cantidad de los casos, existen demoras por todo en los puertos argentinos. Hay mucha mercadería que no tiene el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA). Por eso las empresas lo que hacen es bajar la mercadería (del barco) y la dejan en un depósito fiscal hasta que el sistema les apruebe ese permiso de importación. Eso hace que se complique todo. Los costos son muy altos. Acá en Argentina frenan mercadería por si tal o cual cosa. A eso los abogados le llamamos presunción. Estoy a favor de los controles aduaneros. Pero hay situaciones donde se generan atrasos totalmente innecesarios.
-¿Eso significa que el puerto de Montevideo es más barato que el de Buenos Aires por no tener esos costos innecesarios?
-Claro que Montevideo es más barato. Al tener menos procedimientos y un canal de visión aduanera mucho más ágil, en Montevideo no hay un montón de actuaciones que en Buenos Aires el importador las tiene obligatoriamente. Si no las tiene, surgen. Por eso es tan importante tener agilidad. A esas situaciones se suma el hecho de que cada gobierno que asume el poder trae su libro. Esa es una de las cosas que también se valora a Uruguay.
-¿Por qué?
-Porque en Uruguay tres expresidentes de la República y el presidente actual se pueden sentar sin inconvenientes a dialogar en una mesa a tratar temas. Por supuesto que tendrán sus diferencias políticas, pero las dejan de lado. Eso muestra algo fundamental que acá no tenemos. ¿Qué es? Es el respeto a las instituciones.
-¿Se refiere a que Uruguay hay seguridad jurídica y en Argentina no?
-Ni hablar. En Uruguay cambia el partido político en el gobierno la temática de fondo -las normas jurídicas- siguen siendo las mismas. Pueden cambiar algún procedimiento o modificar una ley o una resolución. Eso es normal en el mundo. Ahora una cosa es cambiar una cuestión de forma y otra de fondo. Eso es lo que pasa acá. En Argentina dentro de dos meses tendremos elecciones. Quien gane en primera vuelta y asuma el 10 de diciembre de este año, le aseguro que el 11 de diciembre cambia todo. Fuera de toda posición política, el gobierno anterior de Argentina (Francisco Macri) era pro comercio exterior. Hoy todos los países buscan ingresar a otros lugares con sus productos. Para eso están en las oficinas comerciales de las embajadas. La pregunta es, ¿qué se va a promocionar afuera Argentina si acá tenemos trabas hasta por las dudas? Este es un país que no tiene seguridad jurídica. El empresario argentino se acuesta con una ley y al otro día de mañana la modificaron. Si es una resolución, sacan otra. Sin ninguna previsibilidad y con retroactividad. Eso es algo fundamental que va en contra de nuestros códigos Civil y Comercial. Acá la hicieron muy complicada la situación. Los profesionales que estamos en el comercio exterior desde hace muchos años nos preguntamos: se dice que Argentina es un país que necesita dólares. Si el país necesita dólares, lo primero que debe hacer es abrirse al mundo. Se hace al revés. Acá aumenta la carne y se cierra la exportación de ese producto. Las empresas que exportan carne tienen, a su vez, contratos con empresas en el exterior.
-¿Qué sucede con esas exportaciones de carne ya pactadas por los empresarios del sector?
- El gobierno suspende los registros de exportaciones de carne. Es muy grave lo que estoy comentando pero pasa eso. Las empresas (exportadoras de carne) tienen contratos entre paréntesis con lo que cuesta entrar a un mercado con un producto. Cuesta mucho trabajo, desarrollo, tiempo y dinero. No es algo tan sencillo como cargar unos contenedores y mandarlos.
-¿Ese bloqueo que usted menciona hace que empresarios exportadores y navieros miren hacia Uruguay?
-Claro. Se habla (por algunas navieras) de clasificar o calificar a Argentina como “puerto sucio”.
-¿Qué significa eso?
-Tiene que ver con los fletes. Todas las empresas que compran en condición FOB. Cuando llega la mercadería acá (Argentina) tienen que pagar el flete. Es tal la restricción del dólar (en Argentina) que las propias navieras tienen que pedir una autorización a Sistema de Importaciones de la República Argentina y Pagos de Servicios al Exterior (Sirase).
-¿Para qué las navieras piden esa autorización?
-Para que les autorice girar esa plata de flete que en Argentina le paga la empresa importadora a su subsidiaria en el exterior o a la naviera internacional. Las navieras dicen ‘yo a Argentina no entro’ porque no me pueden pagar los fletes. Las empresas importadores están obligados a comprar en CIF (ello significa que las importadoras argentinas pagan las mercaderías en su origen, el seguro y el flete).
-En Montevideo se están instalando operadores portuarios argentinos. ¿A usted le consta eso?
-Sí, claro. Por lo que explicaba al principio. En Montevideo todo es muy ameno, muy didáctico. De hecho hay varios clientes nuestros que me pidieron desarrollar la zona franca de Colonia. Ya estoy en contacto con esa zona franca. Me pasaron esa información. Estamos trabajando con un grupo de empresas de acá. Lo peor es que esto (la situación económica y tributaria argentina) no tiene miras a mejorar a corto, mediano o a largo plazo. Unos (políticos) amenazan a otros. Eso genera incertidumbre en el empresario. Y acá el que invierte es el empresario. Los clientes me dicen: “Me voy a Uruguay donde pueda levantarme tranquilo, desayunar y trabajar”.
-¿Cuántas empresas son sus clientes?
-Catorce empresas. Están en el rubro maquinaria de agro y textil. Son empresas que lo único que buscan es tranquilidad. No hablan de querer beneficios impositivos.
-La situación cambiaria afecta las exportaciones e importaciones de Argentina. ¿Cómo juega la posición argentina en el Mercosur?
-La relación de Argentina con el Mercosur es cero. Creo que hay muchísimo para hacer con el Mercosur. ¿Qué está haciendo Argentina? Nada. Cuando se hacen reuniones de presidentes, el primer mandatario argentino (Alberto Fernández) lo que hace es criticar y decir: “nosotros no vamos a ser los últimos orejones del tarro”. Críticas que realmente no son el lugar ni el momento para decirlas. En el gobierno no tenemos gente capacitada para llevar la función del Mercosur adelante. Si se tiene la capacidad, no se nota.
Cuando tenemos la posibilidad de estar frente a todos los presidentes en un foro del Mercosur, hacemos comentarios como si estuviéramos en una peluquería. No nos damos cuenta que estamos en un foro donde nos tenemos que sentar a negociar. En cambio, el presidente uruguayo está negociando con China, Estados Unidos o Europa. Trata de hacer convenios internacionales y nadie le dice nada en Uruguay porque se sabe lo que se necesita.
Fuente: Eduardo Barreneche / El País.