Por Redacción Argenports.com
El Puerto de Montevideo atraviesa una de las crisis más delicadas de los últimos años. Entre enero y mayo de 2025, el movimiento de contenedores se redujo un 30% respecto al mismo período de 2024, al pasar de 491.050 a 345.036 TEUs.
El dato enciende luces de alarma en un puerto que se había consolidado como centro estratégico de trasbordos en la región.
Atrasos en la Terminal Cuenca del Plata
Uno de los factores clave de esta caída es el freno en las obras de ampliación de la Terminal Cuenca del Plata (TCP), operada por Katoen Natie (80%) y la Administración Nacional de Puertos (20%).

Los trabajos quedaron paralizados tras el conflicto entre la dragadora belga Jan de Nul y el consorcio Mota-Engil-Stiler, lo que limitó la capacidad operativa y generó demoras que afectaron la competitividad frente a Buenos Aires, Santos o Itapoá.
“Es inadmisible que un proyecto de esta magnitud esté detenido por diferencias entre privados. El país necesita soluciones urgentes porque Montevideo está perdiendo terreno”, sostuvo el senador nacionalista Jorge Gandini, uno de los primeros en cuestionar la falta de avances.
Desde la otra vereda, la ministra de Transporte, Lucía Etcheverry, defendió la continuidad del proyecto y afirmó que “la seguridad jurídica de Uruguay no está en duda. Lo que debemos hacer es generar condiciones técnicas y de diálogo para que las obras se reanuden cuanto antes”.
La salida de grandes navieras
El retroceso en Montevideo coincidió con la decisión de varias navieras internacionales de modificar sus rutas. Compañías como MSC, Hapag-Lloyd, Maersk, ZIM, COSCO y Log-In comenzaron a omitir escalas en la capital uruguaya y optaron por otros puertos de la región.
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El presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Pablo Genta, reconoció la gravedad del escenario: “Estamos en un momento crítico. El desafío es recuperar servicios y reforzar el rol del puerto como hub regional. Si no logramos que las navieras confíen nuevamente en Montevideo, las consecuencias pueden ser irreversibles”.
En TCP relativizaron el impacto y señalaron que se trató de una coyuntura regional. “No hay un retiro estructural de líneas, lo que existe es una redistribución por la congestión en varios puertos. Estamos trabajando para que las escalas se normalicen”, explicaron voceros de la terminal al diario El País.
Aduanas y flota fluvial en disputa
Otro frente de tensión lo abrió la decisión de la Dirección Nacional de Aduanas de escanear el 100% de los contenedores paraguayos, lo que generó demoras de hasta 20 días en las operaciones. La medida provocó que una parte significativa de la carga paraguaya fuera desviada a puertos argentinos.
“El control absoluto es una medida desproporcionada que ahuyenta a los clientes”, se quejó Juan José Olaizola, ex subsecretario de Transporte.
En paralelo, más de la mitad de la flota de barcazas del río Paraguay comenzó a operar desde Buenos Aires, lo que redujo aún más la gravitación de Montevideo como hub fluvial.
Pérdidas millonarias y reclamos del sector
La Intergremial del Transporte Profesional de Carga Terrestre de Uruguay denunció que un buque llegó a demorar 10 días en atracar, lo que inmovilizó a 80 camiones y generó pérdidas por unos 750 mil dólares.
“Los transportistas no podemos seguir absorbiendo costos por ineficiencias ajenas. La situación está afectando a cientos de familias”, expresó Mario D’Angelo, presidente de la gremial.

Debate político y futuro incierto
La oposición elevó el tono en el Parlamento. “El gobierno prometió que Montevideo sería el hub del Atlántico Sur, pero hoy vemos que las cargas se van a Buenos Aires. Eso es un fracaso de gestión”, disparó el senador frenteamplista Charles Carrera.
El oficialismo, en tanto, asegura que el país aún mantiene ventajas competitivas. “Uruguay tiene estabilidad, reglas claras y capacidad de respuesta. El puerto va a superar esta coyuntura”, replicó la ministra Etcheverry.
Mientras tanto, operadores privados insisten en que el problema no puede esperar. “Cada mes que pasa perdemos conectividad y confianza. El mercado no se recupera de un día para el otro”, advirtió un representante de la Cámara de Comercio y Servicios.