Puerto de Ushuaia. Para Tierra del Fuego el Polo Logístico Antártico implicará grandes y exigentes desafíos. Foto DPP.
Por el licenciado Alejandro Vinazza (*)
(¨) Docente UTN FRTDF, integrante del “Grupo de estudios logísticos UTN Antártida Argentina (UTNAA)”.
En general las noticias relacionadas al medio marítimo no mueven al termómetro social por su aparente falta de relevancia en lo cotidiano.
Normalmente se presenta la cuestión como otro eslabón roto en la cadena. Incluso para los que nos gusta estar al día con esta sección del periódico, nada parece conformar a todos los sectores.
Los cuestionamientos comienzan cuando se toman acciones urgentes sin detenerse en lo importante de sanear los problemas de fondo.
Decisiones oportunistas de agenda política tomadas por actores ajenos al conocimiento técnico, falta de visión estratégica, y dudosa economía de largo plazo son algunos de los principales inconvenientes que enfrentamos a la hora de generar un cambio.
Todo eso, sin tener en cuenta todavía los factores externos regionales.
En este sentido podemos concluir que las debilidades que se presentan son muchas.
Dicho esto, y en este mar de adversidades, hay iniciativas que hay que celebrar y acompañar.
Hace unas semanas se conoció una noticia relevante para Tierra del Fuego, y es que el ministerio de Defensa procura llevar adelante un ambicioso plan en Base Petrel (Is. Dundee) en la Antártida Argentina https://argenports.com.ar/nota/conoce-la-base-antartica-que-argentina-convertira-en-un-polo-logistico
En Petrel se va a construir una nueva casa para alojar a sesenta personas, tres laboratorios científicos, una planta de tratamiento de líquidos cloacales, una de potabilización y una casa de emergencias. (Foto CCA - Télam).
¿Qué tiene de importante para TDFAeIAS? En concreto otorgaría conectividad marítima-aeroportuaria, que en conjunto con el tan añorado “Polo Logístico antártico” en Ushuaia, darán sustento a la frase “puerta de entrada a la Antártida”.
Traducido en actividades económicas es: prestación de servicios relacionados a la logística y operatoria (de todos los sectores), y la posibilidad de recuperar el apoyo a los programas antárticos de terceros países.
Ahora bien, ¿Qué debe ofrecer Tierra del Fuego?
Facilitar y gestionar. Al hablar de globalización, las actividades socioeconómicas de una provincia marítima y de esta isla en especial, terminan por tener estrecha relación unas con otras.
Se puede aplicar la famosa frase “todo tiene que ver con todo”, ya que el medio marítimo es la única vía de ingreso y egreso.
Entonces, a la abrumadora pregunta ¿por dónde empezar? se le responde por algo individualizable y concreto. La punta del témpano: reducir la burocracia e impuestos implícitos en el sector naviero para darle competitividad frente a otros actores regionales y optimizar su vinculación con los demás modos de transporte.
Además, tenemos en la Patagonia un problema sin solución de continuidad que mantiene lejos al desarrollo, y es esa “conectividad” que decrece con cada kilómetro de lejanía a la ciudad de Buenos Aires.
La falta de cabotaje marítimo es una seria tara histórica para el crecimiento fueguino, lo fue desde la fundación de Ushuaia, en 1884, y lo es hoy.
Esta falta de cabotaje trae aparejada una baja calidad de servicios relacionados (marítimos, náuticos, logísticos, operativos, etc), la cuál debería contrarrestarse para generar confianza en tan ambicioso plan nacional.
Esto, sin dudas, debe estar acompañado de obras de infraestructura al margen de las proyectadas. Ejemplo: no contar con un puerto en Río Grande importa concentrar toda la actividad económica marítima en el puerto (en el centro) de Ushuaia, lo cual genera un sin número de desventajas de índole comercial (costos), operativa (prelación de amarre) y logísticas (prestación de servicios) y mala vinculación con la ciudad entre otras.
Vista panorámica de la ciudad y puerto de Ushuaia. Foto Michelle Raponi - Pixabay.
El otro aspecto trasciende a cualquier gobierno, y tiene que iniciar ahora. Es la actitud marítima que debe favorecerse a la población. Es decir, brindar las herramientas para que la vida en un entorno isleño y bicontinental se vea facilitada por el conocimiento de los intereses marítimos.
En este sentido la Provincia de Tierra del Fuego tiene la Ley 1260/18, en la cual se establece el “Programa provincial sobre la enseñanza del mar y el concepto insular de la provincia”.
Dicha Ley en sus artículos 5°a 7° hace un racconto excepcional de lo que debiera conocer cada fueguino. Debe ponerse en práctica.
Esta decisión del Estado Nacional de conectar el Sur del país (ejercer soberanía) debe ser sin dudas el comienzo de una política pública marítima sostenible, que genere la deseada conectividad entre la Isla Grande, la Antártida y potencialmente sobre las Islas del Atlántico Sur.
Es cuestión de poner idóneas manos a la obra, sobre lo importante.