Por Redacción de Argenports.com
Luego de cuatro meses de trabajo en altamar, concluye la primera fase de exploración offshore en las áreas CAN-107 y CAN-109, ubicadas a unos 200 kilómetros de la costa de Mar del Plata, en la Cuenca Argentina Norte (CAN). La actividad fue desarrollada por las compañías Shell y Qatar Petroleum mediante estudios de sísmica 3D.
Desde el sector energético señalaron que se trata de proyectos de largo plazo. A partir del análisis de la información recolectada, las empresas definirán si solicitan a la Secretaría de Energía avanzar a la segunda fase, que contemplaría la preparación de un pozo exploratorio.
“Está por terminar la primera parte de la campaña de sísmica y después de eso se tomarán unos meses para poder ver toda la información que tienen”, explicó al medio Extra (102.1) Marcelo Guiscardo, del Clúster de Energía.
En una etapa previa se perforó un pozo que no arrojó resultados positivos, pero los actores involucrados sostienen que la actividad continuará:
“Estos proyectos son reales. Si se encuentra petróleo, el impacto será muy grande, no solo para el Puerto de Mar del Plata, sino también para otros puertos de la provincia”, añadió Guiscardo.

Una experiencia atípica en plazos
En el caso de Mar del Plata, el proyecto enfrenta una demora superior a la habitual por efectos de la pandemia de Covid-19. Lo que internacionalmente toma entre tres y cuatro años, en este caso podría extenderse hasta una década solo en su etapa inicial.
De encontrarse hidrocarburos, se estima que la infraestructura de producción, que incluye buques especializados para procesar crudo, gas y agua, requiere una inversión de entre 2.000 y 3.000 millones de dólares y un período adicional de entre 3 y 5 años para su desarrollo.
A ello se sumarían dos años de perforación y más tiempo para construcción y puesta en marcha. Según estimaciones preliminares, la producción en Mar del Plata podría concretarse recién en un plazo de 30 años.
El avance de la actividad offshore sigue siendo observado como una oportunidad estratégica para la región, aunque con ritmos lentos y etapas definidas que requieren planificación técnica y continuidad política.