Por Redacción Argenports.com
Con proyectos en marcha que podrían movilizar hasta US$ 4.000 millones en inversiones, Transportadora de Gas del Sur (TGS) se posiciona como un actor clave en el desarrollo energético argentino.
Entre las obras más relevantes, se destacan la ampliación del gasoducto Perito Moreno, que aliviará cuellos de botella en la red troncal, y la construcción de una planta de procesamiento de líquidos en Tratayén, Neuquén, junto a un poliducto de 600 kilómetros que llegará hasta Bahía Blanca.
Gas para el país y exportaciones desde Bahía Blanca
El proyecto más avanzado es la repotenciación del gasoducto Perito Moreno, una obra privada que incorporará tres nuevas plantas compresoras para sumar 14 millones de m³/día adicionales a la red: 12 millones se destinarán al AMBA y el Litoral, y 2 millones al nodo Bahía Blanca.

Según Sardi, esta ampliación permitirá cubrir los picos de demanda invernal y generar saldos exportables en verano, con un ahorro fiscal estimado en US$ 450 millones anuales y una mejora de la balanza comercial por otros US$ 700 millones.
La licitación está en marcha y se espera que la adjudicación ocurra en noviembre de 2025. La obra, que también incluye un tramo final de US$ 200 millones bajo responsabilidad directa de TGS, estaría operativa para el invierno de 2027.
El nuevo poliducto de 600 km: una autopista de líquidos hacia Bahía Blanca
El segundo eje del plan de TGS es la transformación de su planta de acondicionamiento en Tratayén en una planta de procesamiento de líquidos, con una capacidad estimada de 43 millones de m³/día.
Esta infraestructura, según precisó Sardi al medio Forbes, permitirá separar etano, propano, butano y gasolina del metano, y transportarlos por un nuevo poliducto de 600 kilómetros hasta Bahía Blanca, donde serán fraccionados para su exportación por puerto.
“El gas de Vaca Muerta es mucho más rico en líquidos. Eso lo hace rentable y exportable”, señaló Sardi.

Según sus estimaciones, la inversión para esta etapa rondaría los US$ 3.000 millones, incluyendo los módulos de procesamiento y el poliducto. “La clave es lograr escala: cuantos más líquidos se transporten, más competitivas serán las tarifas”, indicó, en diálogo con Fernando Heredia.
El objetivo es que este ducto pueda sumar volúmenes desde otras plantas y actores del sector. TGS busca liderar el proyecto como operador técnico, y propone un modelo de “autopista con peaje”, donde cada productor adhiera al sistema pagando por su uso.
Proyecciones de exportación y futuro GNL
Los líquidos separados en Bahía Blanca tienen márgenes de entre US$ 150 y 200 por tonelada y podrían generar ingresos por entre US$ 2.250 y 4.000 millones anuales, según los volúmenes exportados.
Además, TGS anticipa su interés en participar del desarrollo de gasoductos dedicados para abastecer buques metaneros de GNL, desde Vaca Muerta hasta terminales de licuefacción.
“Queremos ser protagonistas en toda la cadena: diseño, construcción, operación y mantenimiento de estos gasoductos”, subrayó el CEO.
Financiamiento e integración con productores
TGS no planea afrontar en soledad la magnitud de estas inversiones.
Sardi señaló que el modelo será asociativo, incorporando productores y otros inversores.
“La oportunidad es única y Argentina necesita transformar este potencial en realidad. Para eso, se requiere estabilidad macroeconómica y seguridad jurídica”, concluyó.