Por Redacción Argenports.com
El auge del shale oil y shale gas en Vaca Muerta ha generado un contexto dinámico en la industria energética argentina.
Mientras algunas empresas extranjeras optan por vender sus activos en la región, las compañías locales fortalecen su participación con nuevas inversiones en producción y transporte de hidrocarburos.
Un boom con reconfiguraciones
El crecimiento del sector, impulsado por la desregulación económica promovida por el Gobierno de Javier Milei y los incentivos del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), no ha impedido que varias multinacionales revisen sus estrategias en Argentina.
Factores como los estrictos controles cambiarios y la competitividad global han llevado a algunas compañías a desinvertir en el país.
En este contexto, la reestructuración de portafolios de grandes jugadores internacionales representa una oportunidad para que firmas nacionales amplíen su presencia en la industria.
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La explotación de hidrocarburos en Vaca Muerta sigue creciendo.
Movimientos en el mercado
Una de las operaciones más destacadas es la posible venta de activos de TotalEnergies en el norte de Neuquén, específicamente en La Escalonada y Rincón de la Ceniza.
La petrolera francesa busca obtener un valor similar al que logró ExxonMobil, que en 2024 concretó la venta de sus activos en el país por aproximadamente USD 2.000 millones.
Según consignó el medio Infobae, el proceso de venta de TotalEnergies está siendo gestionado por el banco Jefferies, que en las próximas semanas comenzará a recibir ofertas por sus concesiones en Vaca Muerta.
A pesar de esta decisión, la compañía continuará operando en Argentina, donde el 90% de su producción corresponde a gas natural.
Equinor y Petronas también analizan su salida de la formación. La empresa noruega contrató al Bank of America para vender sus participaciones en Bandurria Sur y Bajo del Toro Norte, mientras que la petrolera malaya evalúa desprenderse de su 50% en La Amarga Chica, bloque compartido con YPF.
Factores globales y desafíos locales
El contexto internacional también influye en las decisiones de inversión.
La caída del precio del petróleo debido a la guerra comercial, la incertidumbre económica en Estados Unidos y las políticas de Donald Trump han impactado en la estrategia de las compañías energéticas a nivel global.
Mientras que un menor precio del crudo puede aliviar la presión sobre los combustibles locales y contribuir a la desaceleración de la inflación en Argentina, también podría afectar la recaudación fiscal y la viabilidad de proyectos en Vaca Muerta.
Expansión y oportunidades para empresas locales
Ante la salida de actores internacionales, se espera que empresas locales adquieran las áreas disponibles.
YPF, que busca centrar todas sus inversiones en Vaca Muerta para 2026, podría desempeñar un rol clave en este proceso.
Las inversiones en exploración y producción de hidrocarburos en Argentina totalizaron USD 11.360 millones en 2024, de los cuales el 70% fueron destinados a Vaca Muerta, según la consultora Aleph Energy.
En 2025, el sector prevé un crecimiento en infraestructura, lo que permitirá incrementar las exportaciones de hidrocarburos.
El Gobierno aprobó recientemente la inclusión del proyecto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) dentro del RIGI.
Este mega proyecto, liderado por YPF junto a PAE, Vista, Pluspetrol, Pampa Energía, Chevron y Shell, contempla la construcción de un oleoducto de 430 kilómetros entre Neuquén y Río Negro, con una inversión de hasta USD 2.900 millones.
Este desarrollo permitirá a Argentina aumentar significativamente sus exportaciones de petróleo, alcanzando ingresos anuales de más de USD 15.000 millones.
Si el país logra avanzar en sus planes de producción de gas natural licuado (GNL), las exportaciones podrían escalar hasta los USD 30.000 millones anuales para 2030, según estimaciones del sector y del Gobierno.
En definitiva, mientras empresas extranjeras reconfiguran sus portafolios y reducen su exposición en Vaca Muerta, las firmas locales se posicionan para capitalizar el crecimiento del sector.
Con inversiones estratégicas en infraestructura y producción, Argentina busca consolidarse como un actor clave en la industria energética global.