Por Redacción Argenports.com
La crisis desatada por el buque Maersk Saltoro y los más de 1.300 contenedores de cerezas chilenas varados en enero sigue sin solución.
La propuesta de indemnización de la naviera, que cubriría solo el 10% de las pérdidas, ha sido calificada de “inviable” e “indecente” por los gremios agrícolas chilenos.
Indemnización insuficiente y una estrategia legal cuestionada
En un intento por reducir su responsabilidad, Maersk presentó ante el Juzgado Civil de Valparaíso una solicitud de constitución de fondo de limitación de responsabilidades.

El buque protagonista de los hechos.
Esta medida legal busca establecer un techo monetario a las indemnizaciones, fijando un monto de 16 millones de dólares, apenas el 12% del total de las pérdidas estimadas.
La reacción del sector no se hizo esperar. Antonio Walker, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, criticó duramente la medida:
“Es inaceptable que Maersk intente evadir su responsabilidad con un resquicio legal. Estamos hablando de pérdidas entre 120 y 130 millones de dólares solo en cerezas”.
Víctor Catán Dabike, presidente de la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta), también expresó su indignación, señalando la falta de transparencia de la empresa.
“No sabemos qué medidas tomó Maersk para evitar esta catástrofe. Hubo opciones como remolcar el buque, que no se ejecutaron. No pueden pretender que los productores asuman el costo”.
El desastre en alta mar
El Maersk Saltoro zarpó desde San Antonio el 27 de diciembre de 2024 con destino a China, transportando más de cinco millones de cajas de cerezas en plena temporada de exportaciones.
Sin embargo, el 13 de enero sufrió una falla en su motor y quedó varado en alta mar durante semanas.
Tras 52 días de retraso, el buque finalmente arribó a Nansha, donde la mercancía fue declarada en estado no apto para la comercialización y destruida por las autoridades sanitarias chinas.
El cargamento, valuado en 130 millones de dólares, representó un duro golpe para la industria frutícola chilena, que ya enfrentaba una temporada complicada.
Según la consultora Collier, las pérdidas totales de la campaña 2024-2025 rondan los 1.500 millones de dólares, impulsadas por la caída de precios en el mercado chino y la crisis logística generada por el incidente del Maersk Saltoro.
Un futuro incierto para la industria
A pesar del revés, los productores confían en una recuperación a mediano plazo.
Se espera que la exportación de cerezas aumente a partir de 2025, alcanzando su punto máximo en 2030.
No obstante, los gremios advierten que es urgente diversificar los mercados y fortalecer la logística para evitar crisis similares.
La batalla legal apenas comienza. En las próximas semanas, los productores afectados podrán presentar impugnaciones ante la justicia chilena, argumentando negligencia por parte de Maersk.
Mientras tanto, la gran incógnita sigue en el aire: ¿Quién asumirá realmente la responsabilidad por esta crisis?